Revista Cine

The ballad of Cable Hogue

Publicado el 21 abril 2013 por Ganarseunacre @ganarseunacre
The Ballad of Cable Hogue/ OST
by Roy Bean


The ballad of Cable Hogue (1970) La balada de Cable Hogue
Sam Pekimpah 

The ballad of Cable Hogue

Sam Pekinpah

The ballad of Cable Hogue

Reparto (IMDB)

Jason Robards... Cable Hogue

Stella Stevens... Hildy

David Warner... Joshua

Strother Martin... Bowen

Slim Pickens... Ben Fairchild

L.Q. Jones... Taggart

"Era un hombre. Cuando Cable murió no había un solo animal del desierto que no lo conociese, no había una sola estrella en el firmamento que èl no hubiese nombrado; no hubo un sólo hombre de quién tuviese miedo"
Crepuscular y romántica. Uno de los mejores antecedentes de la vieja moda de los dinosaurios, un estudio sobre un mundo que desaparece, sobre un individuo en vías de extinción ...un soñador. Sencilla como una canción infantil, precisa como un reloj, divertida como si te pusieran una serpiente de cascabel debajo del culo. Cable Hogue tiene en su rostro la crónica de una agonía, la de la balada de su vida en los tiempos de la frontera, que se mueven demasiado, que cambian, que te dejan detrás. La balada de un hombre que intenta detener el tiempo con las manos, así de necesaria, es la crónica de una muerte anunciada. Tras verse abandonado a su suerte por sus socios en el desierto, donde no hay nada a tu alrededor, donde el mundo se desmorona, cuando estas perdido y cae la noche, Cable se aferra a la vida, a un sueño, el de encontrar agua para sobrevivir. Es en los sueños donde está el lirismo, la grandeza, la honestidad y el fracaso. El fracaso y los hombres te hacen hombre.  " Ya os dije que sobrevivía  Yo, Cable Hogue" . Tener un sueño es vida, sangre en las venas, es encontrar un pozo cristalina donde todo el mundo dice que no existe. Cable defiende su agua contra los hijos de puta y contra el tiempo, un auténtico pedazo de cabrón, traidor y cobarde.  El tiempo es amarillo como la arena, rubio como el pelo de Hildy, las dos cosas que Cable adora -"Te acodarás de mi nombre" - "Y tu del mío?" le susurra Hildy. Hildy, la de los pechos que se mueven como agua estancada movida por la brisa y un ermitaño suicida, en el vacío del mundo. Mariposas en la mañana. Cable parece que se mueve a su  propio compás, mientras el mundo parece avanzar inexorablemente. Un mundo feroz de personas que le han dado la espalda a los viejos tiempos, al terruño, a los amaneceres y a los ocasos. Un mundo donde Cable crea de la nada su "propio mundo", como un dios harapiento y asilvestrado, un ermitaño suicida condenado por la aplastante lógica de la civilización. -"Hildy no me pertenece. Hildy no es de nadie, ella tiene su vida, yo tengo la mía. y aquí es donde quiero vivirla" . Hildy, Hildy la soñadora, que también tiene su sueño oculto, llegar a una ciudad como San Francisco. Y ahí se nos queda Cable, en su mundo, creado por él, un mundo que se reduce a esos dos acres registrados en la propiedad por un par de dólares, lo justo para montar un abrevadero, un paso de diligencias ,caballos, carruajes ,  y platos clavados a las mesas para facilitar su lavado, donde no hay agua en 30 kilómetros  a la redonda y donde también aparece un cuadrúpedo muy especial que  quema gasolina, el comienzo del fin. Cable no puede frenar la civilización con sus manos desnudas y la imagen que lo resume es la de su propia muerte, intentando detener un automóvil desbocado que rueda cuesta abajo y que terminará, tras intentar ponerse delante, pasandole por encima. Hildy, el coche de Hildy que volvió a buscarlo, ella había cumplido su sueño, al igual que Cable, que tiene decidido, por fin, irse con ella y vivir. Hoy en día podemos ver a Cable Hogue en ciertas ocasiones, cuando pasamos por algún pueblo semivacío, una estación de servicio abandonada, una antigua estación de ferrocarril en desuso. Las nuevas autovías han creado muchos "Cable Hogue" que izan sus solitarias banderas en esos bares  y colmados que están en las viejas carreteras por donde no pasa nadie. Atrás quedan las mañanas de mariposas y las tardes de flores salvajes que Hildy y Cable cantaban. Atrás queda la vida de un hombre, su sueño de tierra y agua.  Tras su entierro la diligencia se va por un lado , el coche por otro, y la soledad vuelve al desierto, que se quedará mas triste que nunca. Ésta es la hermosa y terminal balada de Cable Hogue, que suena sobre el ocaso, medio apagada. Suena por todos nosotros.
Butterfly Mornings and wild flowers afternoon.
The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

The ballad of Cable Hogue

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