Revista Cine

THE CORTÓPOLIS ZONE, la experiencia del horror en corto

Publicado el 01 julio 2013 por Fiebredecabina
Los chicos de CORTÓPOLIS amenazaron con que la sesión del pasado jueves 27 de junio iba a ser la mejor de la temporada, y no sólo en cuanto a la calidad de los cortos exhibidos, también por las terroríficas sorpresas que aguardaban al público. Rebautizada como THE CORTÓPOLIS ZONE en claro guiño a la serie televisiva The Twilight Zone, el alias otorgado a esta sesión ya nos daba una pista muy clara de por dónde irían los tiros: los cortometrajes serían de terror y misterio, motivo que nos hace sospechar que posiblemente el festival esté sondeando otras formatos como podría ser la estimulante proyección de sesiones temáticas. El tiempo dirá si estas sospechas se confirman, pero de cualquier modo, la iniciativa del pasado jueves fue bien recibida por el público, que abarrotó la sala y demostró la devoción por el formato en corto que reina entre la afición madrileña. Nada más llegar tocó el imprescindible paso por el photocall, donde nos aguardaban dos personajes vestidos de zombis. Un enfermero con cara de pocos amigos y una enfermera zombi con una jeringa de enormes dimensiones que amenazaba con extraernos una buena cantidad de hemoglobina. Durante el transcurso de la sesión varios actores vestidos de esta guisa se pasearon dando unos morrocotudos sustos a la audiencia, entre la cual se oía gritar a un buen número de asustadizos púberes.Se apagan las luces y llega el reconocimiento del público al mejor corto de la anterior sesión, que recayó sobre Daniel Romero y su último cortometraje No Mires Ahí. Recordemos que Daniel Romero ya despuntó con otro cortometraje de índole fantástica, Juan Con Miedo, publicado por 39 Escalones en el dvd La Puerta. 39 Escalones es una de las empresas patrocinadoras de CORTÓPOLIS, y será la encargada de recopilar los mejores cortometrajes exhibidos en un dvd especial.Tras esta breve y emotiva introducción llega el momento de las proyecciones. La calidad general fue muy buena, en  una línea ascendente que encontró su punto de inflexión con el reestreno del ya 200 veces galardonado cortometraje 8, de Raúl Cerezo. Ya hacía poco más de un año que 8, se estrenaba en la primera sesión de Cortópolis, aquella CORTÓPOLIS “cero” que sirvió de punto de partida para el festival en el que hoy en día se ha convertido. La proyección de 8 fue un punto nostálgico y al mismo tiempo evocador, un recuerdo a la génesis del festival y el reconocimiento al trabajo de Raúl Cerezo y su equipo, que con 8 han demostrado cuán lejos se puede llegar con el cortometraje. Una breve entrevista al director madrileño sirvió de pistoletazo para el lanzamiento del plato fuerte del show, una performance con niñas poseídas, zombis y hasta un leatherface que se paseó motosierra en mano.Pero volvamos ahora hacia atrás, al primer corto de la proyección, una producción de Mordisco Films dirigida por Alberto Díaz, uno de los padres de CORTÓPOLIS, que ya triunfó hacía algunas sesiones con la hermética pieza Stringless. En esta ocasión nos presenta una obra llamada MALLEUS MALIFICARUM, un falso cortometraje que en realidad sirve como portfolio a la prometedora diseñadora Leyre Valiente. Inspirada -vídeo y colección- en el blasfemo libro que servía a los inquisidores para exterminar a las brujas en los procesos inquisitoriales, Malleus Mallificarum está construido mediante la alternancia de planos en los que una modelo pasea la colección de Leyre por un bosque, con fragmentos del texto del citado libro. Dejando aparte la nula función de esta pieza como obra cinematográfica, no está de más señalar la frivolidad en la que en ocasiones se mueve el mundo de la moda, inspirándose en motivos o acontecimientos luctuosos, y convirtiéndoles en elementos de consumo, extremo totalmente lícito y en ocasiones con resultados muy estimulantes desde el punto de vista artístico y creativo, pero sobre el que no está de más dedicar un minuto de reflexión.REFUGIO 115, de Iván Millamiel, es un cortometraje que ya se ha paseado por los principales certámenes españoles de género, obteniendo un buen montón de críticas y premios, y a tenor de lo que podemos leer en sus medios oficiales, a esta pieza le queda aún una larga andadura por delante.El cortometraje está ambientado en uno de los refugios antiaéreos que existían en Barcelona durante la Guerra Civil. Villamiel aprovecha el tirón -lamentablemente poco explotado- del imaginario terrorífico de la contienda española para plantear una historia en la que la oscuridad arrastra uno a uno a aquellos que se cobijan en el refugio. Una metáfora sin duda del sufrimiento y la pérdida de los seres queridos, pero cuya transposición genérica nos remite a obras como Darkness de Jaume Balagueró, o la más reciente Vanishing on 7th Street, de Brad Anderson. El resultado es interesante pero tímido. A la puesta en escena le falta algo de credibilidad y al trabajo actoral un poco más de convicción, aún así el esfuerzo es notable, como lo fueron los aplausos del público.LEYENDA, de Pau Teixidor, fue la pieza más explícita de la sesión. Este cortometraje también ha sido galardonado en multitud de ocasiones y ya es una pieza de culto del horror hispano, quizás por contar con el mérito de guiñar a la extinta “nueva ola del cine de terror francés” y ofrecer una mirada infantil a un argumento brutal: los crímenes nihilistas de una asesina despiadada, heredera de aquella anti-heroína que encarnó Cecile De France en Alta Tensión, de Alexandre Aja.Los maquillajes, aunque simples, son efectivos, y refuerzan la sensación de brutalidad y nihilismo que quiere transmitir el realizador. Queda para el recuerdo el plano en el que la niña Claudia  revienta la cara de la asesina sobre el asfalto de una gasolinera. Simplemente brutal, una pieza necesaria e imprescindible para hacer progresar al género en este país.DECAPODA SHOCK , de Javier Chillón, es otro de estos cortometrajes que también atesoran un buen rosario de premios y menciones. No es para menos que esta propuesta bizarra y desconcertante sea reconocida allá donde se proyecta. Quizás el público menos fogueado en el género fantástico pueda tacharlo de extravagante, pero en realidad Decapoda Shock es una obra llena de matices y guiños al cine de serie B de los años 70 y al underground más gamberro e insolente que se pueda realizar hoy en día. Su argumento es satánico, fantacientífíco, mutante y estrambótico, su factura es retro, a ratos casi ajada, pero divertida y dinámica, con un gustillo estético  a películas como La Amenaza de Andrómeda  o Sucesos en la IV Fase; pero ante todo Decapoda Shock es un delicioso delirio que se debe visionar sin prejuicios y cuya proyección en The Cortópolis Zone está más que justificada.SHHH, Shervin Shoghian y Freddy Chavez Olmos, es una recreación de los miedos infantiles, de la imaginación desbordada y de la inspiración en personajes quiméricos que todos hemos contemplado alguna vez entre las sombras de nuestro dormitorio…o de nuestro baño.  Los realizadores rinden un más que sonoro homenaje a Guillermo del Toro; prácticamente todo en este cortometraje recuerda a la obra del realizador mejicano, lo que no quiere decir que la obra de Shoghian y Chávez no sea original ni esté bien realizada, todo lo contrario, SHHH es una propuesta interesante que apunta al exploit de las obsesiones de Del Toro pero mostrando un respeto exquisito por su legado y profundizando en el imaginario que el orondo mejicano ha planteado en todas sus películas. Si el lector tiene ocasión de visionar de nuevo el cortometraje y es buen conocedor de la obra de Guillermo del Toro, le desafiamos a que encuentre cuantas más referencias posibles; ya le advertimos que están presentes desde el principio hasta el final, y que son especialmente explícitas en los títulos de crédito de este film.HOTEL es el nuevo cortometraje de José Luis Alemán, el realizador del discutible díptico La Herencia Valdemar  y La Sombra Prohibida. A la espera de que su próximo proyecto en largo dé mejores resultados artísticos que los mencionados títulos, HOTEL nos muestra a un realizador con valor y buen pulso, que no teme a una arriesgada y kafkiana historia sobre los microcosmos y la inversión el orden natural de las cosas. La narrativa y la puesta en escena perturba al público hasta no saber dónde se encuentra, aunque en realidad  Alemán nos lleva de su mano a rincones donde reina lo imposible, donde el orden de la naturaleza se pone bocabajo, todo ello ayudado por escenarios que son una clara llamada al expresionismo alemán del Gabinete del Doctor Caligari o Metrópolis. El giro final, desconcertante y quizás poco comprendido por el público, es simplemente genial, con una inclusión de efectos digitales que contrastan con lo artesanal de la puesta en escena del resto del cortometraje.HOTEL es un corto imprescindible para el género español y una muestra de fuerza y virtuosismo de su director.

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