Revista Indie / Folk

The Magnetic Fields – Love At The Bottom Of The Sea

Por Homeboy

The Magnetic Fields – Love At The Bottom Of The Sea

Uno nunca sabe que se va a encontrar cuando se enfrenta a un nuevo trabajo de The Magnetic Fields, y siempre tiene su punto ver con que con que historia nos va a sorprender Stephin Merritt. Puede ser un disco guitarrero y sucio, un disco de synth-pop, o un disco más festivo y lleno de instrumentos más tradicionales. Todo depende del estado de animo del neoyorquino.

Para este undécimo trabajo se ha currado un popurrí de todo sus trabajos – excepto el rollo más guitarrero -, y aunque en un principio se había dicho que era una vuelta a la época de los sintetizadores del Get Lost, el synth-pop solo es un ingrediente más. De hecho, creo que tiene más similitudes con el 69 Love Songs que con cualquiera de sus otros discos.

The Magnetic Fields – Love At The Bottom Of The Sea

Vamos a dejarlo claro desde el principio: Love At The Bottom Of The Sea no es su mejor trabajo, ni mucho menos. Eso sí, tampoco creo que sea el peor, pero creo que el hecho de no seguir una linea en concreto y adoptar varias personalidades, no le hace ningún bien. Y aunque con las escuchas van apareciendo nuevos matices más interesantes, creo que es un disco un poco irregular.

Empieza muy bien con Your Girlfriend’s Face, Andrew In Drag y God Wants Us To Wait, tres de esos temas por lo que este hombre sigue siendo uno de los mejores compositores de pop actual. Lo malo es que ya en Born To Love – la cuarta canción – baja el nivel, y nos deja una balada sosa y anodina que no dice nada. A partir de aquí, el disco es como una montaña rusa: Tiene sus partes altas – I’d Go Anywhere With Hugh, The Only Boy In Town, The Machine In Your Hand o Goin’ Back To The Country – y sus partes bajas - Infatuation (With You Gyration) es como una mala canción de The Human League, y en I’ve Run Away To Join The Faires vuelve a resultar pesado y cansino -

La verdad es que al final tiene más canciones interesantes, y las malas las podemos contar con los dedos de una mano – en total son quince temas -. Además, ninguna canción llega a los tres minutos, con lo que es imposible que el disco entero resulte pesado. Como siempre, hay que darle muchas escuchas para dar un veredicto justo.

7,5

Advertisement

Volver a la Portada de Logo Paperblog