The Monster, que monstruo más feo

El director y guionista de Los extraños, film que consiguió ponerme ‘mal cuerpo’ con muy pocos elementos, nos presenta su tercera película, The Monster.
Vendida como una película de terror, es más bien un drama familiar disfrazado de Monster Movie. Su premisa no es que sea original, pero sin poner demasiadas expectativas, el film de Bryan Bertino apuntaba a ser una película bastante resultona en su categoría de serie B.
Kathy y su hija Lizzy se extravían en el bosque, quedando atrapadas en medio de una tormenta colosal. Por si esto fuera poco, son acechadas por una criatura terrible, que no es humana ni animal. Con The Monster, Bryan Bertino convierte el terror primario en un elemento catártico para redefinir la relación entre una madre y su hija.
No está mal rodada, pero la puesta en escena no es todo lo factible que se esperaba. Al margen de algunos elementos técnicos aceptables, como la iluminación o la incesante lluvia artificial, la historia está mal resuelta y deja cabos sueltos.
Es cierto, que no todo tiene porque tener explicación, pero creo que deja cosas en el aire, como el origen del monstruo, por ejemplo.
En cuanto a sus efectos artesanales, incluyendo al monstruo, en general, es lo más presumible de la película. 
Se agradece que el monstruo sea artesanal, aunque en ciertos momentos se antoja demasiado falso en las secuencias finales, justo cuando se muestra más claramente, incluso con la lluvia camuflando su aspecto, queda en entredicho.
Y es que ya no es que sea simplón en cuanto al diseño, es que además no tiene carisma alguno. Sin ir muy lejos, otro film que también pasó por una anterior edición del Festival de Sitges, Attack The Block, contaba con unos bichos simplones pero carismáticos. Un factor que The Monster no cumple.
En un primer tramo bastante típico y con personajes de lo más estereotipados, madre e hija, interpretados por Zoe Kazan (Revolutionary Road) y Ella Ballentine (Cautivos) que debido a la juventud de ambas actrizes, no acaba de resultar creíble el parentesco que mantienen en el film.
Como he dicho, todo es tópico y estereotipado. Mantienen una relación distante y turbulenta, hasta llegado el momento de la reconciliación, en parte, gracias al monstruo que no les deja otra opción. En este primer tramo, tiene algún momento de tensión, pero tampoco como para arrancar los reposabrazos de la butaca. 
The Monster dispone de los elementos necesarios para contentar al espectador amante de la década de los 80 y 90, pero que debido a una mala resolución de la historia y algunas secuencias finales, nos deja un producto bastante olvidable. Otro de esos casos, que se echa a perder cualquier buena intención por culpa de no cuidar el guión.