The Walking Dead: Caminando por valles tenebrosos

TODOS LOS CAMINOS NOS CONDUCEN HACIA LA MUERTE.

El sonido que persistentemente reverbera a través de la historia es el de los tambores de guerra”. Arthur Koestler.

El capítulo The Walking Dead 3×08 ha sido el último de la serie antes del parón del mes de diciembre y podemos decir que ha estado a la altura de toda la gran temporada que nos está ofreciendo una de nuestras series favoritas. En este capítulo hemos visto como llegan nuevos visitantes a la cárcel, pero sobre todo hemos asistido al brutal encuentro entre Rick Grimes (Andrew Lincoln) y su grupo contra el Gobernador (David Morrissey) y sus secuaces. Una lucha que le ha demostrado al prepotente Gobernador que Rick y su gente son un hueso duro de roer y una amenaza a su poder absoluto.

BATALLA EN LA CIUDAD DEL GOBERNADOR.

Yo era el guerrero que sabia que iba a morir en la batalla pero a pesar de ello, prefirió luchar, aún sabiendo que le costaría convertirse en un ángel caído cuya alma vagaría por toda la eternidad… buscando nuevas batallas en las que caer derrotado”. Anónimo.  

El Gobernador con su hija muerta en brazos.

Rick Grimes (Andrew Lincoln), Michonne (Danai Gurira), Daryl (Norman Reedus) y Oscar (Vincent Ward) entran en la ciudad de Woodbury, la ciudad del Gobernador donde este canalla se siente poderoso y seguro, en busca de Glenn (Steven Yeun) y de Maggie (Lauren Cohan). La pareja se ha armado con los huesos de un zombi y con ellos como cuchillos se enfrentan a Merle Dixon (Michael Rooker) y a otros secuaces del Gobernador, pero es un intento de fuga fallido y las cosas se ponen realmente mal para Glenn y para Maggie; menos mal que son finalmente rescatados por Rick y los suyos. Un poco más tarde se produce un gran tiroteo entre los dos bandos en conflicto digno de un clásico del cine del Oeste y que trae el caos a la aparentemente tranquila ciudad del Gobernador. Woodbury, el sueño del Gobernador se ve alterado por la incursión del grupo de Rick y esto le duele a este tirano desequilibrado porque esta ciudad es su imitación del mundo antes del apocalipsis zombi y al mismo tiempo es un lugar donde este señor absoluto impone su autoridad y donde se tortura impunemente; pero por supuesto, nada malo debe notarse para que nadie cuestione el liderazgo del tirano aunque este tiroteo les demuestra a los habitantes de la ciudad que no hay lugares seguros en la Tierra de los Muertos.

Rick le ha traído al Gobernador la guerra de forma inesperada pero lo que no se imagina tan extraño individuo es que la valiente y carismática Michonne va a descubrir sus secretos más oscuros como son las cabezas mantenidas en formol y a la niña-zombi que esconde el Gobernador. La dura espadachina no duda en acabar con la pequeña iniciando a continuación una brutal pelea con el Gobernador en la que él la golpea despiadadamente y trata de ahogarla pero ella termina saltándole un ojo. Es la escena más poderosa del capítulo junto a la del tiroteo y la rabia, la violencia mostrada por los dos personajes es terrible. Finalmente nos impresiona la imagen del Gobernador tuerto y lleno de dolor con el cuerpo de su hija muerta entre sus brazos.

Rick, Michonne, Glenn y Maggie logran escapar de la ciudad pero Oscar muere por los disparos de los hombres del Gobernador. Para el Señor de Woodbury la incursión de Rick y los suyos ha sido una afrenta que alguien tiene que pagar y por ello reúne a los habitantes de la localidad ofreciéndoles un discurso manipulador y mentiroso. Un Gobernador más tenebroso que nunca ofrece a sus súbditos el típico discurso con el que todos estos dictadores se justifican y utiliza a los hermanos Daryl y Merle Dixon como chivos expiatorios del caos sufrido esa noche. Daryl ha sido cogido prisionero y Merle va a aprender cual que es el pago que se recibe cuando se trabaja para un tipo tan malvado como el Gobernador.

NUEVOS VISITANTES EN LA CÁRCEL. 

La madurez comienza a manifestarse cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos”. Albert Einstein.

 La parte de la cárcel nos ha servido para presentarnos al personaje de Tyreese (Chad Coleman) y para ver a un cada vez más maduro Carl Grimes (Chandler Riggs). El capítulo octavo de la tercera temporada ha sido un buen cierre antes del parón navideño y ha creado una gran expectación ante los próximos episodios que podremos ver en febrero del 2013.