Revista Cultura y Ocio

Thomas Hardy. Dos relatos góticos

Publicado el 10 junio 2019 por Juancarlos53
Thomas Hardy. relatos góticos
De 1990 a 1992 se publicó en España el diario “El Sol”. Su cabecera quería recoger la herencia del que de 1917 a 1939 había acudido presto a las manos de los lectores. Fue éste, "El Sol" primero, un periódico ilustrado, liberal y regeneracionista que se reclamaba de intelectuales y que desde el principio contó entre sus colaboradores al filósofo José Ortega y Gasset. Muy pronto sacó suplementos dedicados, según el día de la semana, a distintas parcelas de la sociedad (economía, agricultura, pedagogía, derecho, ingeniería…). Siguiendo esta tradición, "El Sol" de finales del siglo XX sacaba los fines de semana pequeñas publicaciones literarias.
narraciones de terror, novelas góticas, Realismo románticoDesde hacía algún tiempo quería leer algo de Thomas Hardy y (¡Culpa. Mea culpa!) nada suyo había caído en mis manos. Rebuscando por casa encontré esta pequeña publicación del diario "El Sol" títulada "Una mujer soñadora". Se trata de dos relatos breves muy muy interesantes. Ambos cuentos me han gustado, si bien se trata de dos narraciones muy diferentes entre sí.

Uno, "Una mujer soñadora", es un relato de tono realista-romántico que indaga con acierto en la psicología femenina y reivindica 'avant la lettre' un lugar de la mujer en el mundo. Aquí tenemos a la mujer de William Marchmill, Ellen, amante de la literatura y escritora ella misma de pretenciosos poemas  que publica bajo el seudónimo de John Ivy, que se siente abandonada por su vulgar marido quien sólo se preocupa de los beneficios materiales que puede proporcionarle su negocio de armas. La casualidad viene a hacer que el matrimonio alquile para pasar el verano una casa en Solentsea, en Upper Essex (el territorio en el que Hardy sitúa la mayoría de sus libros), donde durante el resto del año se alojaba el poeta romántico Robert Trewe, al que Ellen admiraba profundamente. Estar en la casa donde su ídolo habita, tocar sus libros, dormir en su cama, etc., hace que su admiración se troque en auténtico enamoramiento. No diré más de este agradable cuento para no estropear el disfrute de su lectura.
 El segundo título, "El brazo marchito", que en la edición del desaparecido diario 'El Sol' que he manejado no es el título de la entrega, sin embargo sí lo hace en la que en 2004 publicó la editorial Penguin. En ambos caso el traductor es Javier Marías quien nos traslada una obra magnífica que se disfruta en toda su extensión y profundidad. Pues bien, este relato más largo que el anterior es una obra gótica. Hay en ella todos los elementos propios del género: superstición, religión, magia, venganza, elementos oníricos, belleza femenina, sexo, muerte violenta, diferencias de clase social y económica, abusos del hombre poderoso, brujería... La acción sucede en una zona rural inglesa (Anglebury) donde Rhoda Brook trabaja de ordeñadora junto a otras mujeres del pueblo. Durante el trabajo las ordeñadoras cotillean sobre la belleza y edad de la nueva esposa del señor Lodge, el granjero. Rhoda odia a esta joven aun sin conocerla y una noche sueña que pelea con ella agarrándola fuertemente por el brazo. La realidad viene a hacer que las dos mujeres se conozcan y se hagan amigas demostrando la joven señora Lodge un buen corazón y una amistad grande con Rhoda Brook. Desde hace unos días a la señora Lodge un mal le ha surgido en el brazo que poco a poco se le va pudriendo. ¿Qué podría hacer para solucionarlo? La gente del pueblo le recomienda que acuda a un curandero, el brujo Trendle, que vive alejado de la localidad. A él puede conducirle -le dicen- la señora Brook, que tiene fama de bruja.
No digo más. Sólo quiero señalar la denuncia que Hardy realiza de los abusos del hombre sobre la mujer y la injusta fama que el sexo débil arrastra de hacedoras del mal (brujas). Tras estos dos relatos, es seguro que leeré alguna novela larga de este gran autor inglés que nació en Dorset en 1840. Murió en Max Gate en 1928. Fue novelista y poeta. Y se le considera superador del naturalismo y cultivador del terror gótico y algunas otras obras cargadas de sensualidad, abusos sociales y del hombre sobre la mujer. Pongo en mi lista de lecturas veraniegas una de sus novelas extensas, no sé si optar por "Jude, el oscuro" o por "Tess d'Uberville". Ya veré._______________
Nota: Estos dos cuentos sirven para ir completando los dos retos en que participo durante 2019: el de "12 libros pendientes" propuesto por Ana Bolox, y el de "Nos gustan los clásicos. IIIª edición" del blog 'Un lector indiscreto'. Como se ve, el año avanza y los retos parece que los voy cumpliendo poco a poco.Thomas Hardy. Dos relatos góticos

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