Tics y educación social..pensando en voz alta

Una vez leí por allí que las Tics no son inteligentes!!! y esto que parecería a simple vista una obviedad, no lo es tanto, si tomamos en cuenta que muchas veces se espera que resuelvan todo o se piensa que no resuelven nada. Y allí aparecemos nuevamente, y es gracias a nuestra creatividad como educadores y educadoras y a nuestra insistencia por incluirlas y reivindicarlas como herramientas, que les encontramos una utilidad en cada escenario que nos convoca.

Si existe una relación blanqueada que vincule las Tics a la educación es aquella que ha venido forjándose como complemento de la presencialidad de una clase o como una extensión fuera de ella. Programas y recursos multimedia se han ido confeccionando y moldeando a las diferentes asignaturas y enriqueciendo sus posibilidades digitales.
Pero cuando los contenidos educativos no son mediados por una materia, los horizontes se amplían y no siempre se vislumbra tan claramente su alcance.
Si hay algo que tengo claro respecto a utilidad que pueden las Tics aportar a la tarea educativo social, en primer lugar es la posibilidad del intercambio. Gracias a ellas nuestras prácticas trascienden la especificidad que nos brinda un contexto local o geográfico determinado y nos encuentran debatiendo en un colectivo que ha traspasado fronteras y nos enriquece en esta búsqueda que ya tiene anclaje en experiencias concretas, en proyectos, en sueños de muchos apasionados que crean, inventan, apuestan y se agrupan por la red para intercambiarlo, creciendo colectivamente en el intento.
Pero más allá de esta posibilidad y hablando ya de nuestra práctica concreta como educadores, un verdadero empoderamiento respecto a las Tics sin duda, implica que tod@s aquell@s que participan del proyecto educativo que nos contiene, entiendan la válidez y el valor de estas herramientas y estén dispuest@s a asumir el compromiso que incluirlas implica. Aprendiendo, evaluando, problematizando, repensando nuestras prácticas y estando dispuestos a modificarlas. Para lo cual es necesario un respaldo institucional, pues trabajar en su inclusión conlleva que existan espacios reales de formación, planificación, intercambio, evaluación que no pueden quedar librados a la buena voluntad del educador y deben ser reconocidos proporcionalmente al valor que desde el marco institucional se les quiera genuina y visiblemente - desde la propia infraestructura - otorgar a estas herramientas.
Bajo estas condiciones organizar un entorno de trabajo que las incluya puede enriquecer nuestra tarea como profesionales, gracias a la disponibilidad de información a la que podemos acceder además de recursos, documentos, artículos, base de datos y programas que pueden optimizarla.
En cuanto a la comunicación correos electrónicos, blogs, redes sociales, son una excelente herramienta para la difusión de actividades, relacionamiento con las familias y l@s educandos. La mayoría de las organizaciones sociales hacen uso de estos servicios por lo tanto también podemos acceder a una guia especializada de recursos,  actividades, oportunidades de formación para nosotros y nuestra población con una interacción casi que en tiempo real.
Si nos enfocamos en l@s educand@s nuestra incidencia en la alfabetización digital de aquell@s que encuentran mayores obstáculos para acceder a ella, merece un capitulo aparte pero lo cierto es que con múltiples los recursos que pueden acompañar este proceso  optimizar la participación, el acceso a servicios, el acompañamiento de las exigencias curriculares y el desarrollo de habilidades.
Sin duda la intencionalidad pedagógica hace la diferencia y estará en nuestra propia búsqueda como educadores y educadoras sociales, el descubrimiento de todo aporte que entendamos las Tics pueden traer a nuestro quehacer profesional,  ya se aplicándolas, adaptandolas o generando algún día nuestras propias herramientas.