Revista Cultura y Ocio

Tiempos románticos. Vladimir Nabokov

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Tiempos románticos. Vladimir Nabokov
     "Martin volvió a experimentar una sensación que había percibido más de una vez en su niñez: una incontenible intensificación de todos sus sentidos, un impulso arrebatador y mágico, la presencia de algo, sólo por lo cual valía la pena vivir."
     Lo bueno de las librerías de segunda o cuarta mano, es que se descubren títulos insospechados, como uno de Nabokov del que jamás habías oído hablar y que te traes a casa con la sensación de hallazgo afortunado. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Tiempos románticos.
     Conocemos a Martín, un joven idealista y enamorado de una mujer llamada Sonia, quien no duda en repartir rechazos. Martin está enamrado con esa pasión enfebrecida del idealista romántico que vive una historia de desamor al no ser correspondido.
     Estamos ante una de las nueve denominadas novelas rusas del autor, alguna casi desconocida, pero que merecen la pena porque permiten observar las diferencias entre las distitnas etapas de Nabokov.
     Hay escritores, pocos, cuya lectura es un placer por el simple hecho de disfrutar de sus letras, de sus simbolismos, de paladear sus palabras. Nabokov es uno de ellos. Y es que no puede decirse que Tiempos románticos tenga una trama precisamente original, ya que no falta ni el enfrentamiento por una dama, pero aún así su lectura es un placer del que no deberíamos privarnos. En este caso, por poner un ejemplo, las descripciones y simbolismos que van apareciendo en la historia, son un verdadero placer para los sentidos y es que, si alguien sabe colocar la palabra precisa en el lubar exacto, ese es Nabokov. Muestra de ellos sería, sin ir más lejos, el apellido del protagonista, Edelweiss, la flor del amor eterno que incluso figura como planta en un momento dado en la propia obra. Otra es el camino hacia el final del libro, del que nos va dejando pistas cuyo significado se va aclarando a medida que llegamos al final dotando a la historia de una luz nueva que la mejora. Y es que, cuando uno es joven e idealista y cae presa de una pasión casi obsesiva, no se permite las medias tintas. Y es justo eso lo que nos cuenta el autor de un Martin al que no siempre entendemos, pero al que comprendemos en cada momento, incluso en la vuelta al ya famoso risco. Martin se empuja, se atasca en su propia obsesión ante la que solo de quedan tres opciones; la resignación ante el rechazo, la máxima decepción tras no haberse resignado o.. bueno, la más trágica de todas. Y el autor está decidido a dirigirse con paso firme hacia una de ellas sin que suponga una decepción que veamos el camino desde aproximadamente la mitad de la novela. Porque, si bien Martin es todo un personaje, esta novela permite al lector adivinar sin que influya en su lectura.
    Tiempos románticos son los que todos vivimos cuando nos enamoramos, los que se entienden sobre todo en la juventud del primer amor, y también ha resultado ser una novela de uno de los grandes nombres de la literatura universal que parece sufrir esa desdicha de algunos escritores de "una sola obra". Hay mucho Nabokov más allá de Lolita. Y sería una pena que nos lo perdiéramos. Incluso en sus títulos menores, como posiblemente sea este, Nabokov siempre brilla. Quedan escritores cuya lectura es un placer siempre, trate sobre lo que trate el libro.
     Y vosotros, ¿tenéis escritores de esos de una sola obra o procuráis buscar al menos otro título alejado del que les dio la fama?
     Gracias.

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