Revista Coaching

¿Tienes clara tu perspectiva?

Por Jofoba @jordifortunybad

Es tan efectivo definir una tarea concreta de manera correcta, como dedicar un tiempo a determinar tus propósitos en esta vida. Estos son dos extremos, que a la gente que le gusta ‘ir al grano’, le cuesta entrar desde un principio.

En el primer caso, entender, por ejemplo, que la correcta formulación del verbo de acción tiene un efecto determinante en la posterior realización de la tarea, puede parecer una tontería, y lo mismo, o peor, pasa con la definición de nuestra metas y objetivos vitales, que suena más a palabrería que no a requisito para ser altamente efectivo.

Yo siempre me he considerado una persona extremadamente pragmática, y por lo tanto hablo en primera persona cuando digo que estas cosas me parecían una chorrada hace unos años. De hecho, cuando leí acerca de los niveles que propone David Allen en GTD, no le presté mucha atención, lo prioritario son las acciones y los proyectos, lo demás, filosofía sin una aplicación práctica: esto es lo que pensaba.

Estoy de acuerdo, como otros muchos, que el planteamiento de niveles que hace Allen flojea un poco, pero tampoco pretendo entrar ahora en este punto, ya que otros lo han hecho, como José Miguel Bolívar o Rubén Alzola.

Donde sí me ha parecido importante entrar, una vez más, es en la importancia de realizar un pequeño salto de fe en determinados momentos y probar la metodología según está descrita, aunque no vaya muy en tu línea de pensamiento. Y aquí me gustaría centrarme, no tanto en el ejemplo de la correcta formulación de las tareas, como en la necesidad de definir los niveles más altos de tu perspectiva.

A medida que vas progresando y vas determinando las claves de tu efectividad, tú mismo detectarás la necesidad de alzar la vista y ver hacia dónde quieres ir.

El impacto que tienen los razonamientos o decisiones al respecto de estos niveles puede ser muy grande, a veces pienso, que es precisamente por esto que no lo abordamos. Además de la pereza que da una tarea tan inconcreta, lo procrastinamos porque al igual, removemos cosas o sacamos conclusiones que sabemos no nos van a gustar.

Si no completamos este punto, nunca seremos plenamente efectivos, siempre tendremos un cabo suelto en nuestra cabeza (algo que no sabemos demasiado bien que es, pero notamos que nos consume energía) además del aspecto más básico, que hace que con esta indefinición, nos sea imposible alinear nuestras acciones hacia donde queremos, y por lo tanto nunca llegaremos.

Podemos ser grandes y veloces corredores, aunque no sirve de nada, si lo que hacemos es alejarnos de la meta.

No hay post relacionados.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas