Los ochenta fueron años contradictorios para David Bowie. Fue una etapa en la que abrazó el pop sin tapujos obteniendo grandes éxitos pero también fracasos notables. Expandió su papel de superestrella al cine actuando en películas como “Merry Christmas Mr.Lawrence”, “Absolute Beginners” o “Dentro del Laberinto” o “La última tentación de Cristo” y grabó un montón de temas en colaboración con otras estrellas como Queen, Giorgio Moroder, Pat Metheny, Tina Turner o Mick Jagger. Quizá por esa dispersión, discos como “Tonight” o “Never Let Me Down” no funcionaron tan bien como el músico esperaba o no le dejaron del todo satisfecho por lo que se planteó un cambio para el futuro: abandonar su carrera en solitario y formar una banda al uso de la que él sería un miembro más.
La idea surgió cuando Bowie conoció al guitarrista Reeves Gabrels a través de la esposa de este, una de las periodistas que cubría la gira americana del músico en 1987. Los dos comenzaron entonces una gran amistad personal sin que Bowie supiera que Gabrels era músico. Cuando el guitarrista se lo comentó, empezaron a intercambiar ideas y a plantearse hacer cosas juntos lo que cristalizó en los nuevos arreglos de una vieja canción para un festival benéfico. Tras ello, ambos decidieron seguir adelante con el proyecto de crear un grupo. La banda la completarían los hermanos Sales: Hunt (batería) y Tony (bajo). Ambos fueron miembros de Utopia, la formación de Todd Rundgren, y ya habían trabajado con Bowie en los setenta cuando éste era el productor de Iggy Pop. La banda llevaría el nombre de Tin Machine y en 1989 publicarían su primer disco con el apoyo del guitarrista de sesiones Kevin Armstrong. En él, Bowie sería el autor de todas las canciones con participación del resto de los miembros de la banda en la mayoría de ellas de forma puntual. Fiel a su costumbre, Bowie incluyó también una versión de un tema ajeno como veremos después.
“Heaven's in Here” - Nada más comenzar el disco nos damos cuenta de un cambio en la orientación de Bowie hacia un sonido más americano y bastante más duro que en los trabajos anteriores. En el tema que abre la colección tenemos, además, una clara base de blues que hacía mucho que no encontrábamos en la música del artista británico. Aunque no cuajó finalmente, en los meses anteriores Bowie había contactado con el productor de Bon Jovi buscando un cambio en su sonido en esta línea. A destacar el incendiario solo de guitarra de Gabrels en la parte final del tema.
“Tin Machine” - La canción que da título al disco y nombre a la propia banda era un cañonazo lleno de energía de principio a fin, con la fuerza que, por ejemplo, tenían en su día los ZZ Top. Rock duro que no deja ni un respiro al oyente en toda su duración.
“Prisoner of Love” - Continuamos con una canción más cercana a la línea del Bowie anterior, especialmente al de “Never Let Me Down” donde el pop de los discos precedentes se endurecía a base de guitarras agresivas. Por mucho que la canción esté firmada por todo el grupo, tiene toda la esencia del Bowie más conocido.
“Crack City” - Con el siguiente tema bajamos un poco las revoluciones aunque la exhibición de energía en todo momento sigue siendo abrumadora. Algunos críticos indicaron que este disco de Tin Machine era una especie de “grunge” antes del “grunge” y, con algunos matices, no creemos que fueran muy desencaminados, especialmente por las guitarras, sucias y omnipresentes en todo el trabajo.
“I Can't Read” - Al parecer, esta canción era la favorita de Bowie de todas las incluidas en el disco. Incluso la grabó de nuevo años después para incluirla en el disco “Earthling” aunque finalmente esa versión solo apareció como cara b de uno de los singles. En todo caso, nos parece una gran canción y también una especie de precursora del Bowie que resucitó en 2013 con “The Next Day”.
“Under the God” - El primer single del disco (“Heaven's in Here” salió antes pero solo como adelanto promocional y no a la venta) es otra canción arrolladora, un ejemplo de rock pegadizo y agresivo que recuerda en muchas cosas al Bowie de los primeros setenta y a discos como “Aladdin Sane”. De nuevo, las guitarras de Gabrels son ineludibles y se apoderan de la pieza en muchos momentos.
“Amazing” - La siguiente canción es una extraña balada que nos recuerda a temas similares de bandas como Aerosmith o Guns'n'Roses. Nos parece que no acaba de encajar dentro del disco y que hay algo en ella que no termina de funcionar bien. Probablemente sea el punto más bajo del trabajo.
“Working Class Hero” - Para recobrarnos del bajón anterior llega aquí una magnífica versión, nada menos de que de una de las canciones más emblemáticas de John Lennon que aparecía en su primer disco tras dejar los Beatles. No sería la última canción de ese trabajo de la que Bowie haría su propia revisión.
“Bus Stop” - El siguiente tema no llega ni siquiera a los dos minutos de duración aunque realmente no necesita nada más. Nos recuerda mucho a las primeras canciones de Bowie incluidas en su disco de debut y en los primeros singles aunque con un sonido actualizado. Una curiosidad muy agradable en todo caso.
“Pretty Thing” - Regresamos a los sonidos duros y a los ritmos vertiginosos en este hiper-acelerado tema en el que apenas tenemos tiempo para enterarnos de lo que está pasando. En todo caso, una canción bastante prescindible de la que el propio músico no estaba especialmente orgulloso.
“Video Crime” - Una canción rara pero que siempre nos gustó mucho, quizá por encontrar en ella muchos elementos a los que Bowie volvería en varios discos de la década siguiente. En todo caso, no parece que la banda compartiera nuestra opinión porque es el único corte del disco que nunca tocaron en directo.
“Run” - La única canción del disco en la que aparece acreditado como co-autor Kevin Armstrong, el músico invitado del trabajo. Tenemos que señalar aquí que ni este tema ni el que viene después aparecían en la edición original del disco en vinilo y sólo formaron parte del CD como “bonus tracks”. En todo caso, no es un tema menor y en absoluto sobra.
“Sacrifice Youself” - Otro tema de vértigo en la línea de “Pretty Thing” o del que abría el trabajo. Lo más destacable, una vez más, es la guitarra de Gabrels que da una auténtica exhibición con el instrumento.
“Baby Can Dance” - Cierra el trabajo una de las primeras canciones que escribieron Bowie y Gabrels cuando empezaban a dar forma al proyecto y también una de nuestras preferidas. Volvemos al formato de balada rockera con un estribillo clásico de Bowie y fragmentos más veloces y llenos de fuerza. Un excelente broche para un disco muy particular.
Tin Machine grabaron un disco más y publicaron un álbum en directo antes de disolverse en 1992 para que Bowie retomase su carrera en solitario aunque manteniendo a Gabrels como parte de su equipo de colaboradores en los siguientes años. Particularmente, los discos de Tin Machine nos parecen muy interesantes pero la opinión general de la crítica es que fueron la parte más baja de la carrera de Bowie. El propio músico no parecía apreciarlos especialmente cuando se refiere a esa etapa como “una ayuda para desconectar y enfocar de nuevo su carrera”. En todo caso son muy necesarios para entender la evolución posterior del músico, no tanto en el inmediatamente posterior “Black Tie, White Noise” como en los siguientes trabajos así que nos parecen muy recomendables.