Revista Libros

"Tinta roja", de Alberto Fuguet

Publicado el 24 marzo 2012 por Barcoborracho
Editorial PUNTO DE LECTURAChile, 2001(el libro ya se había editado antes en 1996)
No es que no le quise poner onda a la foto, pero la tapa es tan fea (una de las más horribles que puedan verse en la historia editorial en lengua española) que deprime.Cuando era más joven quise ser periodista, incluso llegué a estudiar la carrera. Con este libro me vinieron encima todos aquellos anhelos que había creído perdidos irremediablemente, forcluidos incluso; pero no era así, sigo pensando que la prensa puede ser una profesión bastante divertida, por supuesto dependiendo de dónde es que se mete uno. Y si un periodista quiere divertirse, pues policiales es el mejor sitio, sin duda.Alfonso Fernández es un jovencito que entra al Clamor, periódico amarillista chileno, para hacer su práctia. Allí lo recibe Saúl Faúndez: "El periodismo, como la prostitución, se aprende en la calle", le aconseja. La galería de personajes es bastante interesante. El argumento también. No me detendré en ellos, hay de todas formas una película peruana basada en el libro, bastante buena, dirigida por Francisco Lombardi, del año 200o. Dura dos horas, en parte es tan interesante como el libro, vale la pena verla, pueden usarla como introducción a la novela.Me encanta Fuguet, lo admiro, es la verdad. Leí a H. Thompson, Tom Wolf, Mailer, tantas boludeces periodísticas en la época de la facultad, antologías, discursos, etc., y sigo creyendo que este libro es uno de los más interesantes que se escribió sobre la profesión... Y como novela, bueno, es más o menos, llana, sentimental (su mayor fuerza sin embargo es lo sentimental, dicho sea de paso), con prosa llana, truculenta, llena de acción y bajos fondos.En una parte dice que Policiales es el Sociales de los pobres, solo allí pueden aspirar a ser famosos, admirados, tomados en consideración; por eso, dice Faúndez, nadie nunca se niega a ser fotografiado y hablar del hijo muerto a balazos, de la nieta violada por el vecino, del hermano drogadicto, de cualquier conflicto ridículo, vergonzoso, criminal, con emoción, llanto, largamente, reflexionando, teatralmente, para una audiencia embobada. ¿Dónde más, si no, podrían darle peso a su vida, que no es más que una virtualidad rastrera, mediocre, tristísima?Fuguet, quiero ser tu amigo, sos un capo. No me acuerdo mucho más de tu libro, lástima, pero lo guardaré en el estante entre los libros de literatura paraguaya y nueva narrativa argentina, para que brille más...
+

Volver a la Portada de Logo Paperblog