Portada original del primer número
Hace ya un tiempo salió publicado el tomo recopilatorio de Panini que contenía la totalidad de la serie DIE HARD Year One, o, para el público español, LA JUNGLA DE CRISTAL Año Uno, donde se narraban las primeras desventuras del icónico John McClane, protagonista de mi saga de películas de acción favorita de todos los tiempos. En apenas un par de semanas, prácticamente, llegará a la cartelera la quinta entrega. Enmarcado entre estos dos hechos, espero tengáis a bien, queridos lectores, que me desmarque de mi temática habitual para ofreceros mi más que subjetiva visión de esta franquicia cinematográfica. Aunque esta será la primera entrega, de dos, para no cansaros.
Poster del formato doméstico
LA JUNGLA DE CRISTAL
(Die Hard). EE.UU., 1988. 131 minutos. Color
La historia es conocida: un policía que viaja en Nochebuena a ver a su mujer con el fin de salvar su matrimonio se ve envuelto en el secuestro del edificio a manos de unos terroristas con los que debe acabar uno a uno.
El ya más que mítico papel de Bruce Willis encarnando al policía John McClane, quien debe luchar contra Hans Gruber (Rickman) y su banda de ladrones/terroristas (según opiniones) para salvar no solo a los empleados de la compañía Nakatomi, sino también a Holly (Bedelia), su mujer y con la que se está reconciliando, ha pasado a los anales del cine de acción por motivos más que justificados.
En mitad de una película con un ritmo trepidante, sin llegar a resultar cargante, se erige un héroe de acción que, por primera vez, no es un mazas inexpresivo, sino un señor de mediana edad, fuerte, sí, pero también bajito, medio calvo y, sobretodo, muy expresivo y proclive al humor (cuanto más cínico, mejor). Rompe el paradigma de superhombre musculoso e incólume recibiendo tal somanta de palos que su icónica camiseta de tirantes acaba marrón de tanta sangre (propia y ajena) y suciedad; además, la mujer no es objeto con el que se premia al macho del film, sino el motivo que le mueve, la ama y llega a sufrir por este amor, pocas veces se ha visto a un héroe de acción llorando.
Habiendo acabado con tantos clichés manidos, unos más obvios que otros, es normal que esta cinta sentase cátedra en el género de acción y tantas otras bebiesen de su legado. Es, a día de hoy, todo un referente dentro de su género.
Poster del formato doméstico
LA JUNGLA 2: ALERTA ROJA
(Die Hard 2). EE.UU., 1990. 124 minutos. Color
Con su matrimonio a salvo, John McClane debe frustrar en el día de Navidad los planes de un líder sudamericano que tienen en jaque a todo un aeropuerto.
Fallida secuela que, si bien como producto del género de acción no es tan desdeñable, sí pierde muchos puntos al estar a la sombra de su antecesora. Si bien siempre es divertido ver al bueno de John pasarlas canutas en un aeropuerto tratando de frustrar la fuga de un general latinoamericano malvado (el gran tópico) mientras su mujer está atrapada en un avión al que cada vez le queda menos combustible, no llegar a cumplir con las altas expectativas que suponía una continuación de las desventuras del policía norteamericano.
Los grandes puntos fuertes de la primera entrega no aparecen en ésta más allá del carisma inherente al personaje de Bruce Willis, siendo todos los secundarios una colección de tópicos a los que no se han molestado en tallar un poco de individualidad, dejando cojo el producto final; tampoco se ve un plan especialmente brillante por parte de los villanos, y desde luego que el cabecilla no le llega a Hans Gruber a la horma del zapato. Como ya he dicho, no serían pecados tan imperdonables si no se tratase de la segunda parte de una de las grandes joyas del cine de acción.
Carcayú
Hola, soy Borja Prieto, y soy una bellísima persona, como Ramón Langa.
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