Revista Cine

TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MI. Demasiado corsé

Publicado el 27 diciembre 2010 por Loscriticones
TODAS LAS CANCIONES HABLAN DE MI. Demasiado corséEl salto a la dirección cinematográfica de Jonás Trueba (hijo de Fernando) tiene todas las virtudes y defectos de una ópera prima. Todas las canciones hablan de mi es un retrato generacional a través de un chico cuya ruptura sentimental aún no ha superado tras seis meses de separación. Una película llena de referencias literarias, musicales e innovaciones narrativas (mirada a cámara, desdoblamiento de personajes…) que complementan una historia mil veces narrada (y mil veces más) muy deudora del cine de Woody Allen o Eric Rohmer. Y digo que complementan porque parece que los recursos surgen de una -obvia- necesidad de impresionar con la primera película ante unos ojos tan exigentes, importantes y divergentes como los de su padre y demás parientes. Jonás Trueba (que no ha llegado a los treinta) utiliza estos recursos para complementar una historia que de tan común y familiar cae en ocasiones en el tópico, introduciéndolos sobre todo en la primera parte de la cinta, dejando la segunda algo coja, lo que a mí, que soy un hombre aristotélico de toda la vida, pues me ha dejado un tanto frío. La película tiene buenos momentos y se nota su buena mano como dialoguista, su buena dirección de actores y, lo mejor de todo, su sincero romanticismo, que transmite principalmente con un deambular de los personajes por el Madrid de los Austrias (más cool) que desde Los peores años de nuestra vida (con guión de David Trueba) no veía yo. Los secundarios superan a los protagonistas en esta historia y su utilización sube varios enteros la película, sobre todo –no entiendo por qué no lo utiliza más- sus momentos cómicos. Pero dar un peso tan importante a la pareja protagonista y, sobre todo, a un actor tan plano como Oriol Vila -suponemos que su alter ego- con la misma expresividad que un geranio ha frenado su resultado final, que ni de lejos vamos a comparar –que mala cosa es- con el genial debut de su tío con Ópera Prima. Una película demasiado encorsetada por los referentes de su director, donde el estilo está por encima de la historia y donde la propia historia no consigue cautivar por deficiencias en el guión, aunque el resultado global sea aceptable. Veremos si en el futuro consigue desarrollar un cine más consistente que tanto bien haría a los amantes de este género tan afrancesado. Confiemos.
Pitu

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