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Todo saldrá bien. La nueva película de Wim Wenders

Publicado el 29 julio 2015 por Mumbo @OMasti2012
Todo saldrá bien. La nueva película de Wim WendersEl pasado viernes 24 de julio se estrenó en las carteleras españolas la nueva película del reputado director alemán Wim Wenders, que tras estar diversos años inmerso en el mundo documental (como por ejemplo la nominada a los Oscar, "Pina"), se ha decantado por filmar un drama, en 3D. Para llevarla a cabo ha contado con un elenco de actores muy bueno, compuesto por James Franco (visto últimamente en "Una historia real"), Rachel McAdams (que en la actualidad protagoniza la segunda temporada de la estupenda serie "True Detective"), Charlotte Gainsbourg (vista en "Samba") y Marie-Josée Croze (vista en "Je l'aimais").La película nos cuenta la historia de Tomas Eldan (James Franco), un escritor que tras una acalorada discusión con su novia, atropella a un niño. Doce años después, Tomas sigue culpándose sin poder olvidar la tragedia. Aquel fatídico accidente afectó a Kate, la madre del niño, y todos los que rodean a Tomas, incluida su novia.

Todo saldrá bien. La nueva película de Wim Wenders

James Franco y Wim Wenders en el set de rodaje.

«No fui yo quien eligió la historia; ella me eligió a mí», afirma Wim Wenders. «"Todo saldrá bien" llegó a mi buzón de manera inesperada y en forma de guion, enviado por Bjørn Olaf Johannessen.» El director alemán había conocido al joven guionista noruego durante el Laboratorio de Guionistas en Sundance, donde el guion de Johannessen Nowhere Man recibió el primer premio del jurado, presidido por Wenders. Animó al joven autor a que le enviase su siguiente guion, pues había quedado impresionado por la originalidad de la idea, la nitidez de la estructura, la calidad de los diálogos y la sencillez natural. Y eso es lo que hizo Johannessen tres años más tarde. A Wenders le gustó tanto el primer borrador de Todo saldrá bien que él y su productor, Gian-Piero Ringel, decidieron darle una oportunidad al guion. Empezaron a desarrollar la película durante la fase de posproducción de Pina.Cuando estuvo claro que Wim Wenders dirigiría la película, el trabajo empezó por desarrollar el guion en mayor profundidad. En ese momento, tan solo consistía en una estructura básica muy interesante de unos 12 capítulos cortos que se descomponían en pequeños periodos de tiempo que recorrían unos 12 años. Pero, lo más importante, la película aún no tenía localización. «Necesitaba un lugar que tuviera sentido para mi trabajo», confiesa Wenders. «Solo consigo entender de verdad una historia y solo sé rodarla cuando existe una conexión íntima entre esta y un lugar.»
Todo saldrá bien. La nueva película de Wim Wenders
«Busqué la localización perfecta durante dos años hasta que encontré el pueblecito de Oka (Canadá). Desde allí hay una vista maravillosa del río Hudson, convertido en esa zona en un lago. En verano, es un escenario tranquilo repleto de veleros. Pero en invierno, se transforma por completo: el río se convierte en un puente de hielo y se puede atravesar en coche. Hay gente que se queda en cabañitas al lado del lago helado para pescar. Me gustó la idea de un lugar que se transforma por completo y cuyo carácter de invierno es distinto del de verano. La primera vez que vine a Montreal fue en los 70 y luego me hice asiduo del Festival du Jeune Cinéma. Siempre me gustó la ciudad y tenía la sensación de que quería explorarla más a fondo en algún momento. He esperado, entre comillas, treinta años para poder rodar aquí.»Los experimentos que Wim Wenders había hecho con tecnología 3D durante el rodaje de Pina fueron esenciales para tomar esta decisión: «La mayor sorpresa que nos llevamos en nuestra incursión en el 3D con "Pina" no fueron los planos increíbles desde las grúas, ni los fascinantes planos exteriores. La gran revelación fueron los planos más simples que sacamos al final del rodaje: grabamos un retrato de cada miembro del conjunto durante un par de minutos. No era más que una persona, sentada frente a la cámara y con una pared oscura tras ella. Lo que vi en ello superó todo lo que creía que sabía sobre el 3D. Tenía lo que ya había experimentado antes, un “espacio” y cierta “profundidad”, pero además había algo nuevo que no había visto antes: la mera “presencia”. La existencia natural y sencilla de una persona frente a la cámara superó todo lo que había visto, tanto en el cine de siempre como en el nuevo cine tridimensional. Una historia contada a través de esa presencia realzada puede llegar a tocar la fibra de verdad. "Todo saldrá bien" era precisamente la historia perfecta para probar este nuevo método de narración íntima en 3D, porque gran parte de la historia se desarrolla dentro de los propios personajes.»Fuentes:Pressbook e imágenes cortesía de ©Avalonhttp://www.avalon.me/http://www.filmaffinity.com/es/film948828.html

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