Todos los acosos tienen un componente psicológico

El acoso es una forma negativa de ejercer poder sobre otra persona (víctima).

Perfil del acosador:

• Hay elementos que dan poder al acosador, bien sea una relación de cercanía o el acceso a la víctima a través de otros medios como teléfonos, correos electrónicos y redes sociales.
• El acosador presenta una conducta compulsiva para cumplir con una obsesión: requiere contacto constante, es insistente y busca ejercer su voluntad
• El acoso psicológico en los entornos laborales se conoce como mobbing (“asediar, acosar, acorralar en grupo). No es exclusivo de los jefes (bossing, del inglés boss), también puede darse entre compañeros de trabajo o incluso desde subalternos hacia superiores en un sentido vertical ascendente. Ocurre especialmente cuando el acosador, quien quiera que sea éste, se siente amenazado con el desempeño de la víctima.

Perfil de la víctima:

• Sólo es acosado quien tiene actitudes de miedo o inseguridad. El acosador escoge a su víctima entre los individuos psicológicamente más débiles del grupo. La víctima no tiene herramientas para enfrentar la situación de peligro y con frecuencia tiene reacciones qye refuerzan el poder del acosador.
• Se confunden, tratan de defenderse pero entran en el juego del acoso y la inseguridad, produciéndole episodios de angustia inmanejable en los que experimentan la culpa y la vergüenza.
• Por lo general se trata de personas talentosas que no están conscientes de su valía o capacidades y asumen posiciones sumisas, temerosas y complacientes ante el abuso.

¿Cómo identificar el mobbing?

• La finalidad del victimario es debilitar psicológicamente a la víctima, hacer que pierda su fuerza, no cumpla sus funciones o renuncie. Para ello se vale desde las agresiones verbales (criticar, gritar, humillar, vilipendiar) hasta sobrecargarlo de trabajo o asignarle tareas imposibles de cumplir con el fin de causarle angustias.
• También puede ocurrir a la inversa: anular las capacidades del trabajador quitándole responsabilidades, ofreciéndole tareas rutinarias, ignorando sus opiniones y hasta su presencia.
• Aunque regularmente el acoso laboral es de tipo verbal (rara vez ocurre una agresión física), no siempre es abierto. Se puede producir a través de comentarios lanzados “al vuelo” mientras la persona está presente, amedrentándola sin dirigirse directamente a ella.
• Los “juegos pesados” dentro de la oficina también son considerados una forma de mobbing. Ridiculizar o caricaturizar a los compañeros afecta la salud del ambiente laboral.
• El chisme o la difusión de rumores difamatorios de la integridad de la persona es una forma de acoso laboral porque no sólo socava la integridad de la persona sino que puede afectar su desarrollo profesional.
• Los acosadores también pueden entorpecer una carrera al no promover ascensos o el acceso a capacitación en el área.
• Cómo se trata de una obsesión, los acosadores pueden llegar a invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, instalando métodos de espionaje, destruyendo documentos claves para el trabajo de la víctima, etc.
• Atacar sus convicciones personales, ideología o religión es una forma poderosa de lastimar psicológicamente a la víctima.

¿Cómo enfrentar el mobbing?

• Como el perfil de la víctima es determinante, lo primero es trabajar en el reforzamiento de su autoestima ¡El abuso no es normal! ¡No mereces maltratos! ¡Tú vales!
• Detenerlo a tiempo. Si observas características de mobbing en tus entornos laborales, enciende las alarmas y no caigas en el círculo de la inseguridad y la agresión.
• La víctima debe buscar asesoría para obtener herramientas de resolución de conflictos y toma de decisiones asertivas.
• Si la situación es insostenible se debe buscar ayuda psicológica externa para superar los daños psicológicos derivados del abuso.
• Impulsar los avances de la legislación a través de la denuncia por acoso laboral en los organismos adecuados.