Tokyo

Tokyo es una ciudad inmensa con 13 millones de habitantes y dos mil km cuadrados. Así que es imposible verla en una semana. De hecho ni siquiera os voy a hablar de todos los barrios que valen la pena sino que voy a ir muy por encima.

Empiezo por la zona de Asakusa tenemos la puerta de Kaminarimon que da al templo Sensō-ji. Está escoltada por Fūjin, dios del viento, y Raijin dios del trueno. Lo que la hace especial es que tiene una lámpara gigante en el medio. Los alrededores están llenos de tiendas tradicionales y de turistas. Y la calle que va de Kaminrimon dori al templo tiene tiendas que dicen estar ahí desde el siglo 18 con varias reconstrucciones por el medio.

Puerta de Kaminarimon

Templo Sensō-ji

Este de los Jardines del palacio imperial: La entrada es gratuita y no hace falta reservar. Te dan una ficha al entrar que devuelves al salir. Sólo hay que recordar que cierra los lunes. Muy cerca de ahí está la zona de Marunouchi para ir de compras de grandes marcas. Los alrededores de la zona imperial son populares para hacer footing porque puedes ir corriendo sin semáforos, a mi me fascina la capacidad de hacer footing…. Que digo! De caminar! a 31 grados con 90% de humedad sin estar lloviendo.

Jardines del palacio imperial

Akihabara es la electric town, llamada así porque fue uno de los primeros barrios con electricidad después de la segunda guerra mundial. Actualmente es la cuna de la cultura otaku y la electrónica, lugar de peregrinaje imprescindible de cualquier conocedor de la cultura japonesa moderna que se precie. Lleno de tiendas Tax Free y pases de wifi gratis sólo para extranjeros, solo has de presentar el pasaporte. Pero la calle principal, Avenue Chuo, cuando se pone el sol es una locura de gente llamándote para que entres en su tienda o restaurante. Hay miles, millones de figuritas, todo el merchandising que te puedas imaginar y plantas interminables de libros, electrónica, zonas recreativas etc. Incluso uno de los bancos tenía un robot humanoide con una tablet en el pecho para dar la bienvenida y ayudar a los clientes.

Akihabara

Torres de Tokyo:

La torre de Tokyo, si has visto una imagen de Tokyo la has visto. Es esa torre creada en 1958 que parece la torre Eiffel pero es un poco más alta, 333 metros, y menos famosa. Además desde que se inaugurara en el 2012 el Sky Tree, la torre más alta del mundo, ha sido eclipsada en modernidad y servicios. Para mí la torre de Tokyo sigue siendo un símbolo de la ciudad. Puedes pagar el acceso al observatorio a 250 metros o al mirador general a 150 metros. Desde el mirador general además de ver la ciudad, el puente arcoíris se ve genial! Puedes sentarte en el bar, ver la pelota que fue encontrada misteriosamente en el interior de la torre y ponerte en uno de los miradores hacía el suelo. Estos son pequeños huecos en el suelo donde en lugar de haber metal hay cristal transparente y al mirar hacia abajo puedes imaginarte aplastadito contra el suelo. Yo sólo subí al mirador principal, estaban haciendo un programa de radio y aceptando peticiones de la gente que estaba en la torre. En su base hay tiendas de souvenir y restaurantes.

Tokyo tower

Al SkyTree también se puede subir, hasta los 350 o los 450 metros, pero sólo los japoneses pueden reservar tíquet y suelen haber colas muy largas para subir el mismo día. Aunque en su base hay un centro comercial moderno lleno de tiendas de marca y restaurantes. Ambas torres sirven para la emisión de televisión y radio pero Tokyo Skytree ha absorbido la mayoría de las transmisiones.

Skytree

Shibuya. Aquí está el cruce más abarrotado del mundo que los peatones inundan cuando los semáforos se ponen en verde. Sí, es grande pero me lo esperaba mucho más grande, como la Mona Lisa que te la imaginas gigante y luego mide palmo y medio. Pero justo al lado está la estatua de Hachi-ko, el perro más famoso de Japón. La historia viene a ser que el perro esperaba a su dueño a que volviera de trabajar en la universidad cada día junto a la estación incluso 9 años después que este muriera. El perro se hizo tan famoso que aunque la escultura original se fundió en la segunda guerra mundial, en 1948 se volvió a hacer otra que es la que todavía está. El cuerpo disecado de Hachi-ko se conserva en el Museo nacional de ciencias de Japón. Y sí, en el 2009 Richard Gere hizo un remake de la peli japonesa Hachiko Mongatari.

Cruce de Shibuya

Hachiko

Kit Kat store. Abierta en enero de este año vende Kit Kats de sabores que no puedes encontrar en ningún otro sitio. La verdad es que también ha sido un poco decepcionante, más que una tienda es un stand pequeño con literalmente cuatro tipos de Kit Kat y un poco de historia. Pero ya que estaba ahí, por supuesto compré kit kats de sabores jejeje

En general Tokyo me encantó y repetiría sin dudar (Martaaaaa planes para el 2016?) sentarse en algún parque y observar, perderte por las calles, ver el skyline, tener todas las instrucciones en inglés, volverme loca en los supermercados y demás tiendas. Entrar en ellas diciendo “no vas a comprar nada más que xxxx” y acabar con media tienda en la mochila. Es que a ver… A quién se le ocurre ponerme delante un sandwich de melón, o una pasta rellena de curri, chicles de melocotón japonés, cientos y miles de bebidas diferentes algunas con gelatina por dentro, Onigiris con todos los rellenos posibles, galletas de calamar (increíblemente buenas), Mochis, Dorayakis, Almendras con pescado seco (vale estoy tenía que probarlo!), gelatinas de Calipco, chocolate con cobertura de té verde y un larguísimo etc.