Top-5: Animales en el cine

Seguimos con nuestro particular Top 5 temático, dedicado a agrupar de manera ecléctica escenas y películas que merecen no ser olvidadas. En esta ocasión proponemos una mirada a la vida animal en el cine, momentos en donde la fauna toma el protagonismo y nos hace plantearnos dónde situar la línea que los separa de los humanos.

1. 2001: Odisea en el espacio de Stanley Kubrick

Especie:

Monos

¿Por qué?

Una escena parodiada hasta en la sopa, pero que supone en realidad uno de los momentos más potentes de la filmografía del genio Kubrick. A pesar de tratarse de actores perfectamente maquillados- hasta el punto de que no fue nominada en los oscar porque se pensó que eran monos reales- lo aceptamos como animal de compañía. Extraída de la secuencia El amanecer del hombre, la escena nos muestra el cambio existencial que supone el descubrimiento de la  primera herramienta por los homínidos: el hueso. A partir de aquí se inicia un viaje altamente recomendable de la mano de uno de los directores fundamentales de la historia del cine.

2. Al azar, Baltasar de Robert Bresson

Especie:

Burros

¿Por qué?

Robert Bresson no precisaba del diálogo para construir una escena estupenda, ni siquiera actores humanos. En Au hazard Balthazar el protagonista es un burro que sufre la crueldad de sus múltiples dueños, estableciéndose un paralelismo con la vida de una niña vecina. La escena que proponemos corresponde a su llegada a un circo, y sobran las palabras para describir la elocuencia fílmica con la que el director muestra la angustia del burro. ¿Quién podía imaginar que un plano contraplano entre dos animales pudiera tener semejante fuerza? No se puede contar más con menos.

3. Los Pájaros de Alfred Hitchcock

Especie:

Cuervos y gaviotas

¿Por qué?

A los jefazos de la Universal Pictures les debió entrar pánico cuando el maestro inglés les presentó el guión de Los pájaros. Aunque después de ver el resultado final debieron de quedarse boquiabiertos. El genio del suspense dio un paso más allá y presentó una película profundamente turbadora. Probablemente los psicólogos de la época hicieron un dineral a su costa. Como curiosidad mencionar que los pájaros fueron añadidos en posproducción por petición expresa de Hitchcock. Evidentemente en rodaje sabía perfectamente el cómo, cuándo y dónde sin necesidad de un ordenador.

4. Stroszek de Werner Herzog

Especie

Gallinas, Patos y Conejos

¿Por qué?

No podía faltar a la cita el sospechoso habitual Werner Herzog, un creador de escenas míticas que lleva toda la vida regalándonos momentos hilarantes como el arriba expuesto, especialmente cuando puede meter animales de por medio. Desde los monos que asaltan el barco del explorador en Aguirre la cólera de dios,o el camello que no se puede sentar de También los enanos empezaron pequeños, hasta las iguanas con las que alucina Nicholas Cage en la genial Teniente Corrupto. En esta ocasión nos resume cómo el ideal capitalista de los Estados Unidos se ha tornado pesadilla para su protagonista, a través de una pequeña barraca de feria abandonada a su suerte.

5. Microcosmos de Claude Nuridsany y Marie Pérennou

Especie:

Todo tipo de insectos

¿Por qué?

Microcosmos es toda una delicia para los sentidos. La inmersión en la vida microscópica de los insectos que proponen los directores es una de las experiencias cinematográficas más absorbentes- y sorprendentes- que podamos recomendar. Un viaje a un mundo que ignoramos por su reducido tamaño, pero que está repleto de una belleza deslumbrante. Nada que ver con los documentales para siestear de la 2 o el canal 33, estamos ante una obra que reivindica el papel fundamental del cine en captar ciertas realidades.