Tormenta de espadas. Canción de Hielo y Fuego 3, de George R.R. Martin

La lectura de la saga Canción de Hielo y Fuego va por buen camino y estoy disfrutado mucho de ella. Leído el primer libro, Juego de Tronos, y hace unos meses el segundo, Choque de Reyes, por fin pude disponer de tiempo para embarcarme en Tormenta de Espadas. Para los que aún no lo sepan –que lo dudo- la saga de George R. R. Martin está formada por siete libros que además de los citados, continúa con Festín de Cuervos, Danza de Dragones, The winds of winter, y A dream of spring.

Leed con tranquilidad, reseña libre de spoilers.

Los huestes de los fugaces reyes de Poniente, descompuestas en hordas, asuelan y esquilman una tierra castigada por la guerra e indefensa ante un invierno que se anuncia inusitadamente crudo. Las alianzas nacen y se desvanecen como volutas de humo bajo el viento helado del Norte. Ajena a las intrigas palaciegas, e ignorante del auténtico peligro en ciernes, la Guardia de la Noche se ve desbordada por los salvajes. Y al otro lado del mundo, Daenerys Targaryen intenta reclutar en las Ciudades Libres un ejército con el que desembarcar en su tierra.

«Pero, cuando los muertos caminan, los muros, las estacas y las espadas no sirven para nada. No es posible luchar contra los muertos, (…). Es algo que nadie sabe ni la mitad que yo.»

Tal y como sucedió la vez anterior, Tormenta de Espadas da comienzo en el mismo momento en qué terminó Choque de Reyes. Me voy a abstener de comentar el argumento porque cualquier detalle puede ser sinónimo de spoiler. Es más, ni siquiera voy a comentar ningún personaje en concreto (he obviado, incluso, el nombre que aparecía en la cita) porque ha llegado un momento en que el nombramiento de X personaje (o el no hacerlo) equivale a spoilear.

Lo único que sí quiero comentar y que me parece importante para explicar mis impresiones sobre el libro, es que los Siete Reinos se encuentran inmersos en una guerra despiadada y cruel. Una guerra llena de fracasos y victorias, de alianzas y traiciones, donde el juego de tronos se muestra en todo se apogeo y en donde la muerte será la invitada de honor. Definitivamente, el autor no tiene ningún reparo en hacer desaparecer a personajes a los que yo creía esenciales, ya lo vimos en el primer y segundo libro pero en este tercero ha sido demasiado.

Sangre, destrucción, muerte, venganza… son elementos comunes en las guerras que pueden complicar más si cabe el argumento. Afortunadamente, también se van aclarando algunos puntos claves para una mejor comprensión de la historia. Sobre todo en cuanto a aquellos personajes que aunque no gozan de nuestra simpatía han tenido voz propia en el presente libro y me ha gustado poder entenderlos mejor. Además de la guerra principal, hay otros frentes abiertos, también marcados por las mismas características que la guerra pero que sin embargo, según mi impresión, anuncian qué caminos pueden tomar los siguientes libros.

Dicen que Tormenta de Espadas es el mejor libro de la saga y yo  digo que es totalmente cierto. No es un libro cualquiera, no es un tomo más de esta saga, es EL LIBRO, así con mayúsculas, porque es absolutamente increíble, y me quedo corta. Un diez a los  personajes que serán mejores o peores en el juego de tronos, pero que no podrán escapar de sus redes y que lucharán con uñas y dientes por sus vidas; otro a los acontecimientos que van avanzando la historia dejándonos con el corazón en un puño y con la boca abierta en la mayoría de los capítulos; y a George R. R. Martin que con una gran calidad narrativa consigue que el ritmo de sus más de 1.000 páginas no decaiga en ningún momento. Sabe utilizar perfectamente los cliffhangers en cada final de capítulo para que no puedas dejar su lectura. Adicción pura y dura.

Termino lanzando esta pregunta al aire: ¿Qué tiene el señor Martín en su cabeza para hilar tan perfectamente la historia?

Festín de cuervos, pronto iré a por ti.