Tormentas y daños colaterales

El viernes pasado, mientras Félix Albo nos contaba sus maravillosas historias en la Biblioteca, empezó a caer una fuerte tromba de agua. El aguacero golpeaba con fuerza la cubierta metálica del edificio y el ruido apenas nos dejaba escuchar la voz del narrador. Salí al exterior y grabé un corto vídeo en el que se aprecia la gran cantidad de agua que bajaba por la Avda. de la Industria.
La visión del torrente me hizo recordar aquel texto que escribí aquí hace bastante tiempo, que titulaba Perquè s'anomena "Derramador"?. Como decía entonces, a poco que nos fijemos en la morfología de la zona, se observa que no existe un cauce de río propiamente dicho, pues el lecho de lo que llamamos "riu de Les Caixes" acaba un poco más arriba (frente a Pastamanía, más o menos). Ahora, como hace siglos, cuando llueve mucho, el río se "derrama" sobre la zona donde ahora está el Parque, el Colegio y el Centro Cultural.
Tras la tormenta, el Parque "de los Patos" tenía una luz de atardecer preciosa para hacer fotos. No pude evitar tomar algunas en las "zonas húmedas" que hoy, como hace 3 años, jalonan todo el Parque. Lo más curioso son las fotos que tomé en la zona del fondo, que quizás sirvan para explicar porqué llamamos a este parque el "Parque de los Patos" (salen en el vídeo después del aguacero).
Bromas aparte, lo que no es de recibo es que, tres o cuatro años después de haber ejecutado las obras, el patio del Colegio colindante siga anegándose cada vez que caen cuatro gotas (ver una foto tomada en 2007). Llevo toda la legislatura escuchando a las respectivas Concejales hablar de sus reuniones, de sus gestiones, de sus promesas, ... pero lo cierto es que el charco cada día se hace mayor, como se puede apreciar en las fotos que aparecen al final del vídeo.
Pero el Derramador no es la única zona verde dejada de la mano de las autoridades. Hay otros lugares en Ibi en bastante peores condiciones. Un claro ejemplo lo encontramos en la Glorieta de España, lugar que conozco bien porque me crié allí y porque allí sigue viviendo mi madre, resistiendo el acoso inmobiliario. Quizás por ello me alegro de un vecino se haya decidido a publicar un blog de denuncia sobre el estado en el que se encuentra esta zona. Le he felicitado por la iniciativa, le he brindado mi ayuda, respeto su deseo de permanecer en el anonimato y únicamente os pido que lo visitéis de cuando en cuando (está enlazado al final de esta página, junto con todos los blogs de Ibi que conozco, de modo que el enlace de cada entrada se actualizará automáticamente aquí también).