Revista Cine

'Torrente 4: Lethal Crisis'. El fin del buen gusto

Publicado el 21 marzo 2011 por Davicine

Las críticas de David P. "Davicine": Torrente 4: Lethal Crisis
'Torrente 4: Lethal Crisis'. El fin del buen gusto
Santiago Segura regresa con la cuarta entrega de Torrente, que podría ser presentada como "Torrente 4,  más vulgar, más destapes, más cameos y en 3D". Y es que con esa frase podríamos resumir lo que nos ofrece esta nueva entrega del peculiar "agente de la ley" racista y pervertido, interpretado por Santiago Segura. Quizás dicho de esa forma parezca que estamos ante una pésima película, pero nada más lejos de la realidad, pues Segura ofrece a su espectador asiduo lo que espera ver de esta saga, pero elevado al cubo dimensional unas cuantas veces, que puede llegar a ser excesivo en ocasiones.
Estaba claro que la tercera entrega de Torrente quemó el guión y no quedaba ni historia ni gags que introducir en una nueva entrega, pero Santiago Segura (director, actor, productor, y todo lo que pueda haber hecho en la película) ha cogido una trama tan sencilla que no vale la pena ni repetir aquí como mero objeto para hilar una sucesión de cameos que puedan satisfacer a los seguidores de esos personajes, así como de toda la farándula que rodea al mundillo homenajeado con cada uno de ellos. Calidad no tendrá, pero invitados especiales que han decidido participar en la película sí, y muchos.
Si en las anteriores películas ofrecía cameos, aquí nos deleita con todo el repertorio de la actualidad cinematográfica, y sacando de los cajones más polvorientos algunos de los curriculums caídos en el olvido, o que jamás pensaríamos (ni ellos mismos) que participarían en una película de este presupuesto y con esta repercusión. De esta forma, tenemos a Paquirrín y Belén Esteban como principales reclamos de la película.
Curiosamente, de todos los amiguetes de Segura debemos destacar a aquel que pensabamos lo haría peor, y que muchos pusieron el grito en el cielo al saber que coprotagonizaría esta cinta,... Kiko Rivera, también conocido como Paquirrín. El joven nos sorprende y cumple perfectamente con lo que se le exige, que no es mucho, pero representa como un profesional el papel para el que le han contratado, que no es otro que el de si mismo, lo cual ayuda a que dote de naturalidad a su personaje. Obviamente no ganará un Goya por su papel, o eso espero, y queda lejos de grandes compañeros de pantalla de Torrente, como Gabino Diego, pero no desentona dentro de la narración de la película, pues entre tanto cameo es difícil distinguir cuando estamos frente a la narración de la historia o cuando estamos frente a una mera excusa para mostrar a un amiguete de Segura.
Dentro del reparto protagonista debemos detacar a Yon Gonzalez, quien hace un gran papel de karateka protector de Torrente, con una pequeña tara, quizás exagerada, pero que no vemos como estrafalaria en ningún momento (supongo que ayudado por lo estrafalario del entorno en el que está).
Y de personajes con cierta relevancia no podemos olvidarnos de Barragán, que no cambia su registro de siempre pero que logrará esbozar más de una sonrisa entre los adeptos a su peculiar humor.
Por último, entre los cameos "más prestigiosos" tenemos al villano interpretado por Francisco, que tiene un gran papel pero desaprovechado por la escasez de escenas que le dan, así como Tony Leblanc, todo un clásico en la saga, que como es habitual lo hace a la perfección, y aunque los años pesan sigue siendo un actorazo capaz de grandes papeles, y que nos hubiera gustado tuviera más presencia en esta cuarta entrega, al menos para dotar de mejor interpretación a la misma.
Puede que notéis que me falta por citar un cameo, y así es, pues dejo para el final a Belen Esteban, que no es que precisamente actúe bien, ni tenga un gran papel, pero le espera un gran final... y hasta ahí puedo leer.
Y si los cameos no son suficiente reclamo, han preparado la película para su exhibición en 3D, un 3D pésimo, no por la calidad del mismo, que está bastante bien conseguido, sino para las escenas en las que ha sido empleado. La película es integramente tridimensional, pero destacan 7 u 8 secuencias preparadas claramente para el deleite de la tridimensionalidad torrentil, por lo que están orientadas a  mostrar esputos, sexo,  heces... es decir, la esencia del humor más bajo, pero efectivo. Podrían haber empleado dicho 3D para algunas de las espectaculares secuencias de explosiones o persecuciones, que las hay, pero han preferido reservarlo para "la gama baja" de las secuencias.
Ciertamente, desde el arranque, con el homenaje a las presentaciones de las películas de James Bond, quedaba claro que estaríamos ante una película de acción a raudales, malos y buenos, persecuciones y mujeres explosivas, y han conseguido tener muy buenas secuencias dignas de producciones estadounidenses, pero no han sabido dotarlas de la relevancia necesaria como para dejarnos con ese sabor de boca a la salida del cine.
Torrente 4: Lethal Crisis se mantiene dentro del género de comedia "sucia" en las que se enmarcaban las anteriores entregas, pero con la gran carencia de un guión que acompañe a tan descomunal reparto, repetiendo sus chistes más que el ajo, con gags de segunda mano, lo que demuestra que las ideas se agotaron hace tiempo y que ahora sólo puede recurrir a sus amiguetes y al 3D para recaudar... que no es poco.


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