Tour cervecero por la Patagonia (Parte 2)

Tras la primera parte, sigue el relato de nuestro amigo Toti por las cervecerías artesanales de la Patagonia.
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De regreso a Bariloche pisamos el acelerador para aprovechar el 2x1 de Antares, un clásico conocido por todos. Antes de la cena descorchamos una Yeska y coronamos la noche con una Manush, en un sombrío bar del Centro Cívico. Luego de algunas horas de almohada, retomamos el ritmo cervecero para conocer Bachmann, donde el brewmaster nos recomendó visitar también Malabar.
Un poco de naturaleza era necesario y, pese al cansancio, logramos dejar el Cerro Tronador rendido a nuestros pies. Pero como extrañábamos la cerveza fuimos a buscar nuevos placeres para el paladar. Los carteles de “Cerveza Casera” en la ruta rumbo a Lago Puelo nos guiaron hasta el amigo Alejandro de Somos Cerveceros, quien nos compartió una rubia de su producción, la cual nos dejó la sensación que con un par de semanas más de guarda iba a ser un oasis de espuma.
Ya instalados en El Bolsón degustamos una Piltri, en ese momento ideal para tomar cerveza, cuando la luna le va ganando al sol la batalla por el cielo. Luego la cena nos encauzó hacia Otto Tipp : un lugar de buenos platos, pero con un estilo de hacer cerveza al cual nuestro paladar no estaba acostumbrado.
En la ciudad del paralelo 42, la Fiesta del Lúpulo era una parada obligatoria. Allí, fuimos matizando los espectáculos musicales con la cerveza El Bolsón, Araucana, Pilker y Rupestre. Todas nos dieron sensaciones similares, con sabores particulares y muchas cosas por mejorar.
A esta altura del viaje debíamos comenzar a desandar el camino realizado y decidimos terminar en donde habíamos empezado: Owe. En esta ocasión fuimos al clásico patio cervecero neuquino donde, durante largas horas, recordamos con los dueños anécdotas de concursos cerveceros, recorrimos sus instalaciones, brindamos en recuerdo a personajes particulares y tratamos de arreglar un poco el mundo, aunque sin demasiado éxito.
Pero las obligaciones laborales nos llevaron de nuevo al monstruo de cemento y mientras bajábamos los bolsos del auto, quedó flotando en el aire la idea de viajar al Viejo Mundo con el mismo objetivo que nos propusimos en este viaje: tener la posibilidad de probar la mayor cantidad posible de cervezas artesanales. Y así será.
Toti (Brewmaster  Buena Birra Social Club)
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