Revista En Femenino

Trabajar en casa no es conciliar

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Tenía muchas ganas de publicar este capítulo del podcast porque hay una idea muy equivocada entorno al hecho de trabajar en casa. Y es que como todo, tiene sus pros y sus contras.

Quédate a escucharlo o si lo prefieres, como siempre, ¡puedes leerlo más abajo!

Trabajar en casa

Antes de nada, te voy a contar cuál era la idea que yo tenía preconcebida de trabajar en casa con niños.

Yo, sentada en la mesa del comedor al portátil, mientras miro cómo juegan mis niños tan tranquilos. Pues sí que estaba yo apañada…

Sí que es cierto que uno de los motivos por los que decidí emprender, es porque quería trabajar de lo que me gusta: escribir. A principios de año ya te hablé sobre mi reinvención profesional después de ser madre, así que si quieres puedes ir allí y luego venir aquí.

Y es que tener hijos hace temblar toda tu vida; te lo planteas todo y buscas mejorar todo lo posible en cualquier ámbito.

Trabajar en casa no es conciliar, porque tienes que trabajar. Y cuando alguien me dice “pero si trabajas en casa, ¡puedes estar con los niños!”.

No, eso no es así.

Cualquier trabajo, ya sea físico o mental, requiere una concentración y una dedicación. Yo no puedo sentarme a escribir con un ojo en los niños y otro en el teclado y además siendo creativa en lo que escribo. De verdad te digo que mis textos pierden mucha calidad cuando trabajo así, y no puedo permitirme el lujo de perder clientes.

Pero bueno, voy a contarte cuáles son los pros y los contras de trabajar en casa y luego sacamos conclusiones, ¿te parece?

Ventajas de trabajar desde casa

Voy a numerar todas las ventajas de trabajar desde casa que he apreciado desde que lo hago, ahora que ya llevo 10 meses haciéndolo:

  • Puedes trabajar en pijama
  • Haces los descansos que quieras
  • Estás en la intimidad
  • Haces el horario de trabajo que tú quieras
  • Flexibilidad total para estar con tus hijos
  • Si te apetece una siesta, pues te la echas.
  • No tienes ningún jefe acechándote
  • Ni compañeros con los que no llevarte bien

Parecen pocas ventajas, pero son muchísimas. A mí me encanta trabajar desde casa, pero no te negaré que hay días en los que me gustaría estar contratada por alguien y salir fuera.

Te cuento ahora por qué.

Desventajas de trabajar desde casa

Prepárate para lo que vas a leer porque voy a ser totalmente sincera.

  • Eres autónomo y pagas impuestos ganes dinero o no
  • Tienes que buscar clientes y vives con la angustia de si tendrás trabajo al mes siguiente o no
  • Pierdes la rutina de arreglarte para salir a trabajar
  • Te vuelves algo misántropo
  • Tienes que tener muy buena organización o las horas pasan sin pena ni gloria
  • Trabajas a cualquier hora porque la faena tiene que salir. Si has pasado la tarde con tus hijos, ¡enhorabuena! pero trasnocharás para sacar el trabajo cuando realmente te apetezca dormir.
  • Echas de menos salir a la calle y que te dé el sol.
  • La gente de tu alrededor no lo entiende y piensa que como estás en casa puedes quedar a tomar un café, tomarte la mañana libre o peor aún, hacer tareas de casa.

Y creo que más o menos ya. A ver, no quiero pintarlo de color de rosa, pero trabajar desde casa es durillo. Sí, tiene muchísimas ventajas y la principal es poder tener flexibilidad con los niños, pero créeme si te digo que en épocas en las que no hay colegio, estás realmente jodida.

Las facturas se tienen que seguir pagando, los clientes siguen esperando sus textos, pero tú estás con tus hijos 24/7 y no llegas, ¡no llegas!

Conclusión

Pero bueno, después de todo este rollo que te he contado, yo soy muy feliz de trabajar desde casa aún con todo lo malo. Pero, ¿sabes por qué? Porque me dedico a lo que me gusta, me dedico a lo que me remueve, a lo que me llena: escribir. Sería incapaz de dedicarme a otra cosa porque no tendría esa motivación para sacarlo adelante.

He estado tantíiiiiiiiisimos años intentando averiguar cómo dedicarme a esto, que he dado un montón de tumbos desde siempre.

Recuerdo el momento en el que tenía que elegir carrera universitaria. Tenía un libro con todas las carreras que había en la Universitat de València, ni siquiera tenía las de la Politècnica, solo las de la UV. Pues yo miraba y miraba y pensaba… ¿qué hay que estudiar para ser escritora? Pero nada ni nadie me daba la respuesta.

Ahora miro atrás y flipo con la poca orientación que tuve para elegir mis estudios y así es como terminé matriculada en Ingeniería química. La conversación interior fue algo así:

Se me da bien la química, pero no quiero ser profesora. Pues ingeniería química, además fijo que se gana pasta.

¿Tú te crees?

Pues sí, acabé la carrera y trabajé como ingeniera ganando pasta durante dos años, pero tenía depresión. Me levantaba llorando y estando allí, una persona destruyó mi autoestima. Yo sabía que no valía para eso y gracias a un compañero súper motivado, conseguí aguantar. Fueron dos años horribles en los que maridín soportaba mis lloros día sí y día también. Él también estaba hartísimo xD.

A qué me dedico ahora

Como se que quizás no has leído el post de reinvención profesional y que sigues aquí, te lo contaré de nuevo.

Soy redactora web y copywriter. Redacto textos de todo tipo: posts de blog, newsletters, correos electrónicos a puerta fría, landing pages… cuando se intenta vender algo, utilizo escritura persuasiva para que el producto o servicio se venda más.

Mi web está a punto de salir, ya solo me queda pulirla con el diseñador, así que ya te lo contaré para que entres y la veas.

¿Y cómo llegué a dedicarme a esto?

Pues sabía que existía la profesión, pero no sabía cómo hacer mis pinitos en ella.

Empecé formándome, claro. Hice muchísima investigación y decidí hacer el curso de Adopta un Copywriter de Javi Pastor que está muy enfocado a iniciar tu negocio como redactor web. Lo hice al mes de tener a los mellizos, ¡ojo!

Y vaya, aunque la formación es buenísima, la comunidad es brutal. Se publican ofertas de trabajo constantemente y los compañeros se pasan faena. Así es cómo empecé a trabajar yo y después, aprovechando mis contactos con agencias, también he conseguido clientes.

Sí que es verdad que tener este blog es como tener un currículum. Se ve cómo escribo y además, ya he escrito artículos para otros sitios web. Hacer el curso y conseguir contactos allí adentro me ha servido para poder decidirme a hacerme autónoma y no volver a trabajar de teleoperadora.

Te voy a dejar mi enlace de afiliada a Adopta un Copywriter porque la próxima edición empieza el 16 de septiembre. ¡Eso es ya! Si finalmente te decides a hacer el curso, a mí me dan una comisión y en el futuro, tú también podrás hacer lo mismo y recuperar la inversión al curso. Ni tan mal, ¿no?

Y ahora sí, ya termino con todo este tostón que te estoy soltando y espero que, si te estás planteando trabajar desde casa lo hagas, pero sin estar engañada y sin creer que todo va a ser de color rosa. Va a ser duro y difícil, pero merecerá la pena porque te lo habrás currado tú y nadie más que tú.

A por ello, ¡campeona!

Espero que hayas disfrutado de este episodio y que si te ha gustado, te suscribas a él. Puedes hacerlo a través de iTunesIvooxSpotifyAnchorGoogle PodcastsBreakerPocket Casts y Radio Public.


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