Antes de que empecemos con las tonterías de siempre (que si los personajes hablan como gente del Siglo XX, que si es aburrida, que si no nos creemos que lleven la ropa limpia, ni que tengan un corte de pelo tan bonito, ni que haya un noble en una escuela bastante pobre, que si las peleas, que si etc etc etc…) reitero que Águila Roja me parece una de las propuestas más originales y arriesgadas que se han hecho en este país. Aquí pasa algo, hay personajes diferentes a películas como “Yo soy la Juani”, y es la puerta a que en un futuro el cine que se hace en este país sea algo más que películas de Isabel Coixet. No tenemos dinero para hacer grandes malabarismos, pero a su manera, esta serie de televisión sobre un ninja saltimbanqui que no busca sino entretener y usar la ambientación como excusa, está logrando el reconocimiento por parte del público.
Sí, lo sé, ahora diréis que es mala, que no actúan bien, pero Águila Roja ha hundido a Gran Hermano en los índices de audiencia y ha sido capaz de dar el salto a la gran pantalla con rapidez, además sabiendo que los que no hayan visto la serie pueden estar un poco perdidos, por lo que han optado por hacer una aventura totalmente independiente para acercarlo al máximo número de espectadores posible. Yo espero que esta versión cañí de Xena sea capaz de pulir esos pequeños defectos que tiene y aprovechar su mayor presupuesto para recrear mejor los escenarios, porque creo que, en cuestiones de ritmo, los creadores de una serie deberían estar más que sobrados. Supongo que cuando se vaya acercando el estreno de la película, al igual que tengo pendientes los de “Expediente X” y “Entourage”, sacaré un especial sobre “Águila roja”. Afilad los cuchillos
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