Revista Arte

TRANSMETRO: Cuestión de espera

Por Loracueto

Por: Eduardo Lora Cueto... [email protected]Barranquilla se encuentra en el momento preciso para demostrar si en realidad tiene aquella cultura de esperar un bus en los paraderos, no bajarse de éste en cualquier lugar, recargar tarjetas para cancelar pasajes y hacer filas en orden. Transmetro llegó para poner a prueba a los ciudadanos y entre otras cosas, enseñarle a comportarse conforme a las anteriores normas. Hasta el momento la ciudad ha respondido y se ha visto obligada a usar el transporte masivo, pues muchas rutas de buses dejaron de existir, pues lo público, se privatiza cada día más, por qué no hacerlo con el transporte. El pasado miércoles 17 de agosto, opté por tomar el alimentador 7-1 en la calle 90 con cra 46 hasta la estación Joe Arroyo (Estadio Romelio Martínez), para ahí, subirme en el alimentador que me dejaría en la puerta de mi casa (8-1 Paraíso). Al llegar a la estación (8:30p.m), me encuentro con una cantidad de gente esperando un bus articulado por más de media hora, y otros dentro de un bus que no arrancaba y no tenía sus respectivas luces prendidas, por falla técnica, por olvido, por cumplir con horarios, por las miles de razones que comenta la gente, la que pasó de quejarse a preferir reírse y aplaudir, burlándose de este nuevo sistema. No se sabe con exactitud qué pasaba, pues todos los que portaban el logo de Transmetro en su camisa con orgullo del lado del corazón, solamente respondían: “Tranquilos, en 5 minutos sale”, como fueron más de 5 a los que se le preguntó, se hizo un poco más de media hora, o los que no respondían nada, ordenaban apagar las múltiples cámaras que se encontraban grabando una situación inexplicable como esta.

He aquí la prueba:   Si alguien sabe con exactitud qué pasaba, espero su comentario aquí debajo o en el chat… 


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