Transporte de ganado de Matchbox

Los argentinos tenemos presente otro tipo de camiones destinados al transporte de ganado. Cuando digo ganado me refiero a vacas, que son el mayor consumo de carne, aunque las cosas están cambiando. Pero no es el tema central de esta sección, llamada “Garaje Miniatura”, sino contar historias de los Matchbox de la infancia. Hoy nos toca en suerte conocer al camión Dodge que lleva dos ¿vacas? en su caja de carga.

Realmente es muy bueno el estado de este camión frontal Dodge, de color amarillo, tanto de caja de carga de plástico, que simula ser de tablones de madera, como de las dos figuras, también de material plástico. El ganado no se perdió en los juegos infantiles…
No tiene cachaduras en su pintura y las partes plásticas, incluidas las dos figuras, están en perfectas condiciones. Es evidente que me regalaron este camión Dodge ya teniendo entre 8 o 9 años. Incluso tal vez un poco más de edad.
Cuando aparecieron los primeros Matchbox de la serie Superfast, a partir del año 1968, éstos convivieron con los demás modelos del catálogo con las ruedas de plástico negro. Los coleccionistas las denominan “Regular Wheels”. Cosa que he aprendido al escribir las notas de esta sección.
Para mí, todavía con la mente de un chico de los años sesenta, no tenían las ruedas deportivas de los Superfast. Porque este camión, al igual que muchos otras piezas del catálogo de la empresa británica Lesney Products & Co. Ltd. tuvieron su versión Superfast.
Viendo con detenimiento el camión Dodge, a través de las fotografías, noto que las ruedas parecen no haber sido rodadas. Seguro esto fue producto de los juegos sobre la mesa libro, esa de formica blanca con manchas negras, en el comedor de mi casa de la infancia.
Ahí este camión Dodge participaba de los juegos con otros de los amados Matchbox de mi infancia. El “suelo” de esos juegos no era otra cosa que la colcha de planchar que le robaba, de tarde en tarde, a mi tía abuela. Los juegos por la mañana solo eran en algún feriado o en vacaciones. A la mañana estaba en la escuela.
Los mundos que he creado sobre esa mesa del comedor no tengo el recuerdo. Pero seguro que como los Matchbox fueron un entrenamiento en materia automovilística, esas historias infantiles son, en algún sentido, la base de algunos de los relatos que escribo.
Todo juego, pero a la vez, un largo y entretenido proceso de aprendizaje. De muchas cosas a la vez que ahora de adulto tomo la consciencia adónde me han traído. Nada buscado, nada pensado, solo caminar por la vida y tomar lo que aparecía en el camino.
Uno de chico juega y no piensa, ni por asomo, en todas estas reflexiones. Pero juega. Muchas veces me pregunto porqué muchos adultos asocian el juego con algo infantil e inmaduro. Perder la capacidad de jugar es perder algo que nos mejora la vida a diario. Lo mismo que el humor.
Estas notas sabatinas no solo son un viaje a la infancia de muchos, incluido el que escribe, sino que es un revivir esa grata sensación de abrir la caja, donde estaba guardados los Matchbox, para darles vida arriba de la mesa del comedor.
Siempre había un modelo, como este camión Dodge, que por algún motivo, en un día cualquiera de nuestra infancia, nos invitaba a jugar. ¡Como rechazar semejante propuesta! Además si estaba de compañera de juegos nuestra amiga la imaginación. No se podía pedir nada más.
Para los que tengan ganas de ver todos los “autitos de colección” del “Garaje Miniatura”, les dejo el enlace con la página donde están todas las notas publicadas hasta la fecha:
http://archivodeautos.blogspot.com.ar/p/garaje-miniatura.html
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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