Cuando existe sospecha de intolerancia a un alimento o ésta se ha diagnosticado, es posible recurrir a diferentes métodos para tratar de prevenir los síntomas o aliviarlos en su caso.
El método más simple y efectivo es la eliminación de la dieta del alimento que causa la intolerancia. El problema es que hay personas que reúnen varias intolerancias, lo que causaría un efecto indeseado de carencias nutritivas.
En cualquier caso el tratamiento siempre debe reunir unas condiciones seguras supervisadas por un especialista, generalmente un nutricionista.
Tratamiento de Desensibilización. Consiste en administrar al paciente, por lo general en forma de gotas, un preparado del alimento con el objetivo de conocer la cantidad que puede tolerar sin sufrir síntomas importantes.
Alergia tipo IgE. Este tipo de intolerancia afecta al paciente de forma crónica y entra dentro del campo de las alergias.
Alergia tipo IgG. Intolerancia que tiene una duración aproximada de tres meses. Lo que significa que transcurrido el tiempo se puede introducir el alimento en la dieta.
Tratamiento de Dieta rotativa. Está basada en el principio de la tolerancia de alimentos pertenecientes a un determinado grupo. Se asume que el alimento concreto se tolera sólo si se come cada cuatro días. De este modo se controla la intolerancia y se previene la aparición de otras al mismo grupo alimenticio suministrando los alimentos de forma rotativa.
Terapias alternativas. Son terapias naturales alternativas que pueden ayudar a paliar los síntomas o tratar su prevención. Acupuntura, homeopatía o fitoterapia, tienen como objetivo el fortalecimiento del sistema inmune y del aparato digestivo.
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