La bursitis es una condición en la que las bursas (pequeños sacos de fluido entre las articulaciones) se inflaman de forma excesiva, generando una protuberancia que puede llegar a ser muy dolorosa. Esta enfermedad puede tener origen en un golpe muy fuerte, en una presión constante ejercida sobre la bursa en cuestión, o por una irritación de los depósitos de calcio de las bolsas afectadas. Si bien las bursas se pueden inflamar en casi cualquier zona del cuerpo, las partes en las que se suele desarrollar la bursitis se concentran en regiones como los hombros, las caderas, las rodillas y los codos.
A las personas que padecen de bursitis, por lo general, se les recomienda modificar su dieta y empezar a alimentarse de forma más sana. Es importante consumir una buena cantidad de frutas y verduras (por su excelente aporte de vitaminas). Para aliviar los dolores producidos por la bursitis es recomendable hacer los ejercicios indicados por el médico (solo cuando ya haya pasado la fase más aguda de la enfermedad). Lo mejor es utilizar ropa y calzado cómodo que facilite la ventilación y garantice buenas condiciones corporales sobre la zona afectada.
Un remedio natural para la bursitis muy efectivo se prepara con la cocción de una cucharada de pimienta en dos tazas de vinagre de manzana por unos 10 minutos. Una vez la mezcla esté tibia se la dosifica sobre la zona afectada con paños. Otro remedio sumamente efectivo es el de las friegas con hojas de col. Hay que hervir varias hojas de col durante unos minutos, secarlas y aplastarlas bien. Se las debe sujetar con capas de gasa en la parte superior. Mezclando 3 gotas de aceite esencial de romero, pino y mejorana con dos cucharaditas de aceite esencial de almendras, por lo demás, se obtiene otro remedio de aplicación externa para la bursitis.
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