Originalmente en blanco y negro, ahora se renueva y deslumbra en todos los colores, incluídos los más vibrantes.
La pata de gallo es rotunda, un print poderoso, con personalidad, que se basta por sí mismo y no necesita de otros estampados para destacar.
Originalmente fue una lana tejida de los Lowlands escoceses y en los años sesenta y setenta tuvo uno de sus momentos álgidos, siempre en blanco y negro
Ahora la pata de gallo o "hound's tooth" se reinventa y aparecen los colores. Además se vuelve atrevida y los tonos se mezclan en vestidos, trenchs, minifaldas, blusas, cazadoras bomber, etc.
¿Cómo llevarla? Es muy fácil, si eres de las que adoran las mezclas, intenta combinarla con otro pequeño estampado, pero discreto y que no cobre protagonismo.
Resulta muy estilosa en un "total look", como puedes ver en la última imagen: el mismo tamaño pero en colores diferentes y en blusa y pantalón o falda, todo a la vez
También puedes jugar con los volúmenes y añadir a tu conjunto de top y pantalón pitillo un estupendo trench o abrigo cacoon o evasé.
Adoro los pequeños detalles de pata de gallo en chaquetas o faldas.
Y si la pata de gallo no es lo tuyo porque crees que te aporta volumen, elige un print pequeño o simplemente añade a tu outfit algún detalle en forma de bolso, zapatos o pashmina. Los complementos resultan de lo más chic.
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