Revista Viajes

Trento, la ciudad pintada

Por Mteresatrilla
Trento, ciudad ligada para siempre al nombre de un Concilio o, mejor dicho, un Concilio ligado para siempre al nombre de una ciudad. El Concilio de Trento fue impulsado por el Papa Pablo III para frenar el importante avance del protestantismo que lideraba Martin Lutero a mitad del siglo XVI.
Poco más sabía sobre esta ciudad que nos sorprendió.  Es la capital de la provincia autónoma de Trento que pertenece a la región italiana de Trentino – Alto Adige(Trentino – Südtirol, en alemán), ciudad de los Alpes situada en el Valle del Adige que ha crecido con población mediterránea y germánica y, por tanto, con la fortuna de verse enriquecida por ambas culturas.Su época de máximo esplendor tuvo lugar en el siglo XVI, cuando estaba bajo control de los príncipes obisposque gobernaron hasta 1801.En épocas anteriores, Trento fue la puerta de entrada de los romanos a las tierras del norte, cuando se la conocía como Tridentum.

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Vista de Trento desde el Castillo del Buonconsiglio


Pero… ¿quiénes eran los príncipes obispos? ¿Qué poderes tenían?. En 1027, el emperador Conrad II cedió a la Iglesia de Trento los extensos territorios de aquella parte de los Alpes situada en la frontera del Sacro Imperio Romano de la Nación Germánica. Además de sus funciones eclesiásticas también se concedieron a los obispos los poderes administrativo, legislativo y judicial. En los siglos sucesivos, Trento conservó su autonomía a pesar de los procesos expansionistas de sus vecinos, principalmente de los condes del Tirol. A finales del siglo XVIII y tras las reformas de la emperatriz María Teresa de Austria, empezó un proceso imparable de declive que concluyó con la invasión napoleónica y la pérdida definitiva de los poderes de los obispos.
La arquitectura de la ciudad es una mezcla de estilos, testimonio de su rico pasado y a pesar de que conviven palacios renacentistas, barrocos y góticos, su aspecto predominante es renacentista, lo que se debe en gran parte al cardenal Bernardo Clesio que gobernó del 1516 al 1539.
Nuestra llegada a Trento fue un poco caótica, mucho tráfico que supongo se vio aumentado por la fuerte lluvia que caía a primera hora de la mañana. Decidimos visitar el castillo primero y afortunadamente cuando salimos ya había despejado.
Para ver el Castillo del Buonconsiglio hay que invertir un buen rato pero merece la pena, tanto por lo que se visita como por lo que representa. Fue la residencia de los obispos príncipes que gobernaron Trento desde finales del siglo XIII hasta 1802, más de cinco siglos de tejemanejes e historias que silenciosamente guardan sus gruesos muros.Se construyó en el siglo XIII pero en 1475 se remodeló en el estilo gótico veneciano tal como lo vemos actualmente.
Trento, la ciudad pintada

Datos prácticos:
Horario: de 10am a 6pmCierra los lunes, el día 25 de diciembre y 1 de enero.Precio: tarifa completa 8€ (tarifa reducida 5€, tarifa reducida estudiantes 4€).Por 1€ adicional se puede visitar la Torre Aquila.
Destacan la gran Torre de Augusto, los ventanales góticos, las loggias, la Sala Grande, el Salón de los Espejos, la Capilla o la Torre Aquila. Hay también varias exposiciones fijas y otras itinerantes, como la colección de arte egipcio, la colección lapidaria o la colección de estufas antiguas.

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Castillo del Buonconsiglio

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Castillo del Buonconsiglio


Castelvecchio es la parte más antigua y está dominada por la poderosa torre del homenaje conocida como la Torre de Augusto, construida a principios del siglo XIII junto a la muralla de la ciudad que aun es visible por el lado Este. La parte superior de la torre se remonta al siglo XIX cuando el techo renacentista fue destruido tras los trabajos de fortificación realizados por los austriacos. 

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Torre de Augusto. Castillo del Buonconsiglio


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Castelvecchio. Castillo del Buonconsiglio


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Castelvecchio. Castillo del Buonconsiglio


En la parte central del palacio se encuentra un patio interior con una galería (loggia) decorada con interesantes frescos que alternan escenas trágicas y violentas tomadas de la mitología, fragmentos de la historia de Roma y escenas del Antiguo Testamento.

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Loggia. Castillo del Buonconsiglio


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Loggia. Castillo del Buonconsiglio

Otra loggia, la loggia veneciana es un mirador abierto a la ciudad y al Valle del Adige. Consta de arcos trilobulados con capiteles decorados con motivos vegetales y florales.

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Loggia veneciana. Castillo del Buonconsiglio


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Loggia veneciana. Castillo del Buonconsiglio

Junto a la loggia veneciana se encuentra la Sala de los Obispos, decorada con frescos que resumen la historia del principado desde 1027 a 1803 con el retrato de los obispos más influyentes junto con el de los Emperadores.

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Salón de los Espejos. Castillo del Buonconsiglio


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Castelvecchio. Castillo del Buonconsiglio


Es muy recomendable pagar el suplemento de 1€ para visitar la Torre Aquila que tiene su interior completamente pintado con el valioso Ciclo de los Meses (siglo XV), uno de los mejores ejemplos de pintura gótica europea. Se llega a la torre a través de un largo y estrecho corredor por donde caminamos acompañados de un guía.

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A la derecha, la Torre Aquila. Castillo del Buonconsiglio


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Corredor que conduce a la Torre Aquila. Castillo del Buonconsiglio

Con una audioguía vamos escuchando el significado de las escenas de cada uno de los doce meses del año. Se trata de escenas que relatan la vida de los nobles de la época, sus fiestas, bailes, cacerías, cetrería…y también la vida de la gente más humilde, la gente del campo, pudiendo ver las tareas agrícolas que corresponden a cada mes del año. En vez de jugar con la perspectiva, el artista pinta el tamaño de cada personaje en función de su rango social, por lo que los nobles siempre están representados en mayor tamaño aunque se encuentren en un plano más alejado.

No está permitido sacar fotografías, por lo que las dos siguientes fotos no son propias. Corresponden a esta web donde podréis admirar la representación de los diez meses restantes.  


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Mayo. Ciclo de los Meses, Torre Aquila


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Diciembre. Ciclo de los Meses, Torre Aquila


Visto el castillo tomamos la Vía San Marco en dirección al centro, dejamos atrás la porticada Vía del Suffragio, el antiguo corazón comercial de la ciudad y caminamos por la Vía Giannantonio Manci donde se encuentran varios palacios como el Palazzo Salvadori, Palazzo Saracini Cresseri o Palazzo Fugger Galasso.

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Via San Marco


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Vía del Suffragio


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Palazzo Salvadori. Vía Giannantonio Manci


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Palazzo Saracini Cresseri. Vía Giannantonio Manci


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Palazzo Fugger Galasso conocido como Palazzo del Diavolo. Vía Giannantonio Manci


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Palazzo Fugger Galasso conocido como Palazzo del Diavolo


Cuando llegamos a la Iglesia barroca de San Francesco Saverio cogemos la Vía Belenzani, conocida también como Contrada Larga y que desemboca en la Piazza del Duomo. La calle es una auténtica galería de arte a cielo abierto ya que tiene algunos de los palacios renacentistas más interesantes con sus fachadas policromadas como el Palazzo Geremia o el Palazzo Quetta Alberti Colico.

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Iglesia de San Francesco Saverio. Vía Belenzani


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Via Belenzani


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Palazzo Geremia. Vía Belenzani


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Palazzo Geremia. Vía Belenzani


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Palazzo Quetta Alberti-Colico. Vía Belenzani


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Palazzo Geremia. Vía Belenzani


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Vía Belenzani

A pocos metros llegamos a la Piazza del Duomo. La primera imagen cautiva, todo su conjunto es una preciosidad que poco a poco vamos desgranando con detenimiento.


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Catedral de San Vigilio. Piazza del Duomo


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Fuente de Neptuno


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Piazza del Duomo

Al frente y cerrando la plaza, el Duomo, la Catedral románica de San Vigilio (siglos XII-XIII). Es sobria y destacan los dos rosetones, la loggia, la puerta del Obispo y la puerta principal con sus dos leones de mármol.Su interior es una mezcla de románico y gótico, con una poco habitual escalera simétrica a ambos lados de la nave principal. Las partes más antiguas son la cripta y una basílica precristiana.


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Loggia de la Catedral de San Vigilio


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Catedral de San Vigilio


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Catedral de San Vigilio


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Catedral de San Vigilio

A la izquierda quedan dos espléndidas casas del siglo XVI (Casa Rella), decoradas con frescos que representan escenas mitológicas y aspectos como la Virtud, el Tiempo, la Fortuna y el Amor. A continuación, el Palacio del Pretorio (siglo XII) antigua residencia de arzobispos y ahora sede del Museo Diocesano.En el centro, la fuente barroca de Neptuno que, con su tridente, hace honor a Tridentum, el nombre romano de la ciudad.


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Casa Rella. Piazza del Duomo


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Casa Rella. Piazza del Duomo


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Detalle de la Fuente de Neptuno. Piazza del Duomo


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Casa Rella y Fuente de Neptuno. Piazza del Duomo


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Piazza del Duomo


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Palacio del Pretorio y Fuente de Neptuno

Después de comer seguimos nuestro recorrido por la Vía Camillo Benso Cavour  donde se encuentra la Torre de la Trompeta o Torre Della Tromba.Aunque se construyó en el siglo XII su aspecto es de mitad del siglo XV cuando pasó a manos municipales. A partir de entonces se usó como prisión y fue en 1914 cuando se dotó de almenas.Al pie de la torre se encuentra el Palazzo Civico sede de la magistratura consular, el órgano de autogobierno de la ciudad. 


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Torre Della Tromba. Vía Camillo Benso Cavour


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Torre Della Tromba. Vía Camillo Benso Cavour

A escasos metros, la Iglesia renacentista de Santa María Maggiore donde se llevaron a cabo algunos de los actos del Concilio de Trento.


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Iglesia de Santa Maria Maggiore


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Otra torre interesante – ésta se encuentra junto al Castillo- es la Torre Verde.Debe su nombre al color de la cerámica de  su tejado y pertenecía a una parte de muralla medieval en las orillas del río Adige antes de desviarlo en 1858. El derribo de las murallas, que conectaba la torre con el  castillo la ha aislado de su contexto original.


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Torre Verde

Trento es de esos lugares donde no me hubiera importado quedarme algunos días. Si hubiéramos sabido que horas más tarde nos cancelarían el vuelo por la huelga de los ya cansinos controladores franceses habría sido la excusa perfecta para alargar la estancia. Espero volver algún día y visitarla con más calma, como a mí me gusta.  

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