Tres claves fundamentales para que una prenda sea slow

Estamos en una sociedad del consumismo del usar y tirar, las tendencias van y vienen, a las que queremos adoptar en todo momento dando lugar al fenómeno llamado fast fashion. Pero una nueva corriente en este sector está surgiendo, la moda slow, que consiste en prendas, accesorios o complementos, confeccionadas con materiales ecológicos, elaboradas artesanalmente por profesionales que trabajan en condiciones éticas. La moda sostenible ofrece calidad frente mediocridad, durabilidad frente lo efímero y naturalidad ante artificialidad. Es recuperar la conciencia de la prenda que estamos comprando, disfrutarla todo lo que podamos y cuando nos deje de resultar útil darle un nuevo uso o desecharla de manera que no resulte perjudicial para el medio ambiente. La moda sostenible es toda una filosofía, un estilo de vida, es el futuro de la moda que busca un compromiso de respeto hacía el medio ambiente y las personas. En AIBY Craft  te haremos saber las claves fundamentales para que una prenda sea slow… ¡¡Apúntate a la última tendencia que es la moda sostenible con nosotros!! 

Para entender la nueva tendencia de la moda slow debemos conocer un poco en qué consiste la fiebre actual del fast fashion así como las nocivas consecuencias para el medio ambiente y con millones de personas pertenecientes de forma mayoritaria a países subdesarrollados. Nos encanta seguir las tendencias; las nuevas tecnologías en los últimos años, han facilitado que el número de amantes de la moda vayan aumentando copiando los estilismos de blogueras, it- girls y celebrities ayudando a que las tendencias se difundan a un ritmo vertiginoso a millones de personas, estando antes más limitadas a la prensa especializada, las tiendas de ropa y la televisión. El mercado se ha sabido adaptar a esta nueva generación de fashionistas creando la cultura del fast fashion que consiste en prendas de precio muy económico, de gran actualidad, muchas de ellas réplicas o reinterpretaciones de diseños de prestigiosas firmas, baja calidad y tejidos artificiales. Se venden en cantidades masivas -¿Quién no se ha resistido a comprar un vestido de última moda a 5,99€?- , generalmente en grandes cadenas especializadas en ello, se fabrican de forma masiva en industrias contaminantes situadas normalmente en países subdesarrollados y en vías de desarrollo siendo muchas de las personas involucradas en el proceso de fabricación mujeres y niños que trabajan en condiciones infrahumanas. El fast fashion lo que podemos ver como una oportunidad de convertirnos en fashion victims a precios irrisorios está a la larga ocasionando daños; los tejidos utilizados son fibras artificiales de baja calidad que han sido sometidas a procesos químicos y contaminantes, las industrias en las que son fabricadas las prendas dañan el medio ambiente, los trabajadores realizan su labor en condiciones paupérrimas recibiendo salarios muy bajos, las numerosas veces en las que se transporta las mercancías a almacenes y tiendas contaminan la atmósfera, la baja calidad de las prendas y la rapidez en la que se estropean hacen que se desechen al poco tiempo de ser compradas generando enormes cantidades de basuras y muchas veces degradando el medio ya que no se suelen descomponer y/o cuentan en sus tejidos con componentes químicos que pueden degradar el suelo. 

Afortunadamente y en respuesta a los daños que está ocasionando la fast fashion ha surgido la slow fashion que rescata el valor a las prendas que vestimos, a los materiales, a las personas que se encargan en confeccionarla y al medio ambiente. La buena calidad y el carácter atemporal de la moda slow hace que nos llevemos al armario prendas que se van a convertir en imprescindibles en nuestro vestuario durante un largo periodo de tiempo. Hemos escuchado hablar de prendas ecológicas y de prendas confeccionadas siguiendo un proceso ético, pero no son sinónimos de prendas sostenibles, ya que estas van más allá. Las prendas ecológicas están solamente confeccionadas con fibras eco- friendly y/o siguiendo un proceso no contaminante, también existen prendas confeccionadas de forma artesanal y de una manera ética con sus trabajadores pero los tejidos usados no son eco, pero una prenda slow abarca todas las condiciones para que estén comprometidas con el entorno, el consumo responsable y el personal involucrado en su confección. Una prenda slow tiene que cumplir tres condiciones: 

•  Ecológica:

Este tipo de prendas están confeccionadas con fibras 100% ecológicas suponiendo que son fibras textiles que desde el cultivo de la planta que los produce hasta su venta, no ha sido sometida a ningún proceso químico o contaminante o bien, si el origen es animal, es totalmente cruelty- free. No tiene una producción industrial, por lo que no se contamina al medio ambiente. También puede ser ecológica de una manera diferente, su tejido proviene de materiales u otros tejidos reciclados o bien, es una prenda ya existente reutilizada, customizada o transformada.

•  Ética:

Las prendas slow están confeccionadas de forma artesanal, recuperando el arte de la costura tradicional. Los trabajadores suelen pertenecer a la misma zona donde se suele vender la prenda, favoreciendo el empleo local y evitando el mínimo daño a la atmósfera en el transporte de la mercancía. Las personas que trabajan en la confección de prendas sostenibles reciben un salario adecuado a su trabajo, las condiciones son correctas, en muchas ocasiones pertenecen a colectivos desfavorecidos consiguiendo con su trabajo el acceso a bienes necesarios para desarrollarse plenamente como persona y favoreciendo su inserción en el mercado laboral. Las condiciones igualitarias entre hombre y mujer son también valoradas a la hora de elegir personal en la moda sostenible.

•  Reutilizable o reconvertible:

Una característica de las prendas slow es que al estar hechas con fibras textiles naturales son biodegradables, es decir que si llegan a la basura, se descomponen sin contaminar. También son reciclables por lo que pueden tener un futuro uso para generar nuevos textiles, materiales o productos. Su buena calidad garantiza durabilidad por lo que reducirán el número de prendas que la irían sustituyendo reduciéndose el número de desechos. Otras posibilidades que ofrecen, como cualquier otra prenda cuando ya no queramos usarlas son darlas a otra persona que pueda necesitarlas, depositarlas en un punto verde de reciclaje o transformarlas en una prenda, accesorio u objeto nuevo. 

Todas nuestras prendas de AIBY Craft cumplen las tres condiciones claves para que sean consideradas slow. Sabemos que eres un amante de la moda y que te encanta seguir tendencias, ahora lo más in, es la moda sostenible… ¡¡Súmate a ella con AIBY Craft!!