Revista Cultura y Ocio

Tres veces 20 años: un relato sobre la vida real

Publicado el 28 septiembre 2012 por Ruta42 @ruta42

Tres veces 20 años: un relato sobre la vida real

Un matrimonio se acerca a sus sesenta años y esto es un motivo de preocupación para Mary, una fantástica Isabella Rosellini, que considera que su camino hacia la vejez ya ha comenzado lo que causará incomodidad a su marido, Adam (William Hurt) haciendo que se separen por una temporada y que sus hijos teman un divorcio.

Que William Hurt salga en una película ya es motivo más que suficiente para que sea de visión obligada, su larga y dilatada carrera en cine y televisión, siendo una apuesta segura y un actor que siempre hace que la película suba un par de peldaños con solo aparecer en escena. Si además sumamos una historia con base real muy bien llevado, un elenco que acompaña y un ritmo que va acorde a lo que se está contando, ni muy rápido ni muy lento solo justo lo que hace falta, entonces estamos ante una cinta muy válida.

La trama se va desenvolviendo poco a poco y tras lo que bien puede ser un drama late el corazón de un mensaje muy claro, el de que tenemos que aceptarnos a nosotros y a lo que el tiempo nos va deparando, sin pretender envejecer muy rápido o ser eternamente jóvenes. Esto se muestra con mayor claridad en la escena en que ambos acuden a la presentación de las esculturas de uno de sus hijos en una discoteca, allí ella está totalmente desubicada y tampoco tiene intención alguna de encajar, por el contrario Adam va con una chaqueta de cuero intentando ser uno más pero sin realmente lograrlo. Y cada uno sigue su camino que parece que cada vez está más bifurcado.

Tres veces 20 años: un relato sobre la vida real

El tratamiento de lo que les sucede a ellos, sus miedos y preocupaciones son muy reales y acertadas. Mi madre tiene precisamente esa edad y en ocasiones he visto en ella lo mismo que estos personajes intentan transmitir, y como dice un amigo de William Hurt en la película: “envejecer no es para cobardes”.

Un inciso en este momento antes de dar la conclusión para decir que ese actor no es otro que el incombustible Simo Callow, un grande de la interpretación y muy buena elección para darle la réplica al protagonista, mantenerle la mirada y hacer en cierta manera de su reflejo distorsionado al otro lado del espejo.

Tres veces 20 años, o The Late Bloomers en su título original, es una película agradable con momentos de reflexión y otros de tremenda tristeza (como la escena en el cementerio para el que quiera ver lo que subyace en la misma). No tendrá una gran promoción y no llegará a ese Olimpo reservada para los más grandes, pero sí se ganará un lugar en nuestro corazón por su honradez, sinceridad e intimismo.

Tres veces 20 años: un relato sobre la vida real

Doc Pastor

Escribo de cine, cómic y lo que haga falta (ahora un libro divulgativo). Fundador-Director Editorial de Ruta 42, coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki.

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