Nos gusta disfrutar a tope y saborear los diversos platos y especialidades de las fiestas, pero tampoco queremos renunciar a la salud, para lograr el equilibrio sigue estas recomendaciones.
- No saltarse el desayuno. Es la comida más importante y permite enfrentarse con energía a la plane actividad. Aunque te hayas excedido la noche anterior no renuncies a él, sólo aligéralo
- Compensa las calorías a los largo de los días. Si no se trata de una comida festiva, da prioridad a las verduras o al pescado y carne a la plancha y los alimentos depurativos como espárragos, endivias, alcachofas… Hay que aumentar el consumo de fibra.
- Dale una oportunidad a los menús que requieran una preparación sencilla, cocinados al horno o al vapor. El marisco no aporta demasiadas calorías siempre que se acompañe de salsas ligeras.
- Cuidado con los aperitivos. Hay que tener esto presente a la hora de los entrantes para no excederse. Conviene evitar los fritos y embutidos. Procura comer despacio, disfrutando de los sabores.
- Servir raciones moderadas. Para no terminar con el conocido empacho. Es mejor servirse poca cantidad y repetir en caso necesario.
- No hay que renunciar al dulce. Siempre que se sepa administrar. Hay que tomar pequeñas porciones y tratar de esperar a que se digiera para alcanzar la sensación de plena satisfacción.
- Cada gramo de alcohol aporta unas siete calorías. Es conveniente tener esto presente a la hora de combinar la bebida. A veces, simplemente agua es la mejor opción, reservando el alcohol para el brindis o el aperitivo.
- Las sobras. Para aprovecharlas sin perder la línea lo mejor es congelar los restos para disfrutarlos más adelante. Otra opción es compartirlos con los invitados y repartir pequeñas porciones en recipientes al efecto.