Cientos de personas dentro y fuera de Cuba están esperando que el presidente electo Donald Trump se pronuncie a favor los cubanos varados en las fronteras y que se han quedado sin la “Política pies secos pies mojados” que fue derogada por el presidente Obama, quien no la considera necesaria en la actual coyuntura de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU.
Sin embargo, según Ben Rhodes, asesor de Obama, la administración del presidente entrante, Donald Trump, fue “notificada con antelación” sobre el fin de la política de “pies secos, pies mojados y la medida no enfrentó oposición”.
“Ellos (el equipo de transición de Trump) no expresaron ninguna oposición a ese cambio”, dijo Rhodes sobre la reacción del presidente electo ante el conocimiento de la medida de Obama, vigente desde el pasado 12 de enero.
Hasta ahora Trump y su equipo no han hecho declaraciones al respecto, y la posibilidad de que la nueva administración revoque la decisión tomada por Obama es baja debido al poco apoyo que ha encontrado incluso entre los políticos cubanoamericanos una vuelta atrás en ese sentido.
No obstante, miles de cubanos han quedado varados a medio camino entre Cuba y EE.UU., en América Central y del Sur.
Respecto a esos migrantes, Ben Rhodes dijo que la Casa Blanca evaluó hacer una excepción en la nueva política para permitir que los cubanos varados a medio camino pudieran entrar a EE.UU., pero luego se hizo “imposible distinguir precisamente entre los que se encontraban ya en América Central y los cubanos que habían estado fuera del país en otros lugares”.
Ben Rhodes añadió que no podía decir con seguridad cuál sería la postura del presidente electo hacia Cuba, una vez que tomara el cargo.
Con información de El Nuevo Herald y Cubanet.
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