Tu destino es enamorar

¿Sabías que tu destino es enamorar, que enamorando llegarás más lejos y que enamorar es tu naturaleza?

Te cuento porqué viene todo esto.

Por dos cosas.

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Mi destino es #enamorar , vía @agustgrau
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Por un lado: el otro día fui a un gran establecimiento de venta de libros a comprarme unos cuantos (casi diría que algunos kilos, porque a veces compro tantos ejemplares que parece que los compre al peso

)

Estuve deambulando por los pasillos, mirando los estantes, agarrando un libro, dejando otro, mirando la solapa, abriéndolo al azar, cotilleando la foto del autor… En fin, entreteniéndome, haciendo lo que hace un amante de los libros cuando va a un sitio donde venden libros.

En todos los casos mi proceder era el mismo: cogía un libro, lo manoseaba un poco, observaba lo que contenía y, finalmente, lo dejaba en su sitio o lo echaba a la bolsa (al carrito), según lo que decidiera

Ese fue mi proceder…

Hasta que llegué a mi autor favorito (de novela). Vi que había sacado un nuevo libro y casi sin mirar lo eché a la bolsa. Al carrito.

No necesitaba ver más. No necesitaba decidir. Era mi autor favorito, el que me enamora y a quien consiento todo (como cuando estás enamorado

), así que le compro. Y le compro lo que publique, porque soy fan suyo.

En otro orden de cosas, ya he contado en algunas ocasiones que una vez, hace ya varios años, en unas montañas del norte de España, una chamán me dijo algo que no llegué a entender en ese momento, pero que cuando lo he practicado desp

ués me ha venido de maravilla. A mí y a los que me han rodeado.

Recuerdo que era por la tarde, que era verano, que estábamos dentro de una construcción bastante fresca, que yo llevaba media hora hablando de mi vida, de mis cosas, que él me escuchaba, o parecía que me escuchaba, o hacía como que me escuchaba, y que después de todo mi discurso simplemente dijo:

Tu destino es convertirte en una persona encantadora.

Y después dijo algo más prosaico: vámonos

.

Y nos fuimos. Yo bastante mal, porque esperaba otra cosa (a menudo esperamos otra cosa), y porque pensaba que eso de convertirte en alguien encantador era un poco forzado. Y hasta algo hipócrita. Uno tiene derecho a ser un imbécil cuando le apetece, pensaba yo.

Con el tiempo he ido aprendiendo que hay una vibración que todos tenemos, en la que nos podemos enfocar y que podemos desarrollar y que, aunque no sepamos exactamente cómo definirla (¿amor, enamoramiento, e

ncanto?) nos llena de grandes beneficios.

No es que te dediques a enamorar o que te obligues a ser encantador. Es que hay una parte de ti que ya lo es, una parte de ti en que ya eres eso. No es nada distinto a ti ni nada ajeno a ti, es algo que eres, que tienes, que llevas, que te va en el cargo y que NO puedes NO ser, dejar de ser. Aunque puedes, por supuesto, decidir no mostrarlo.

¿Qué ocurre cuando enamoras?

Elevas la vibración de todo y todo ocurre para bien.

Eso se produce porque todo fluye (y ya sabes que fluir es el estado normal de la naturaleza).

Tu crecimiento personal y tu autosuperación lo agradecen porque estás llegando más alto, más profundo, a tu verdadera esencia. Estás haciendo el trabajo que como ser humano en este cuerpo humano te corresponde.

Predispones a todo el mundo a una respuesta favorable a ti.

Eso significa que resulta más fácil conseguir lo que te propongas: vender, convencer, explicar…

Dicho todo ello en lenguaje más mundano:

Es muy difícil decirle que no a alguien que te enamora.

Es muy difícil enfadarse con alguien que es encantador.

Es muy difícil enfrentarse a alguien que es una bellísima persona.

¿Y qué es exactamente enamorar, ser encantador?

Ser educado.

Ser amable.

Ser delicado.

Interesarte en que el otro solucione su problema, encuentre lo que busca.

Aportar valor.

Enfocarte en el lado positivo.

Y hacer las cosas bien. Es muy fácil hacer las cosas bien. en ocasiones es suficiente sentido común.

No hace falta que enumere todo lo que se me ocurre porque en el fondo tod@s, absolutamente tod@s, sabemos lo que está bien y lo que está mal.

Sabemos cuándo enamoramos y cuándo no.

Cuándo somos encantadores y cuándo no.

Así que te invito a serlo, a conectar con esa parte de ti en la que eres lo más. A disfrutarlo y a impactar al mundo con ello.

Cuídate mucho!