Revista Comunicación

Twitter huele a muerto

Publicado el 19 noviembre 2016 por Azneneita @jav_atienza

Sin modelo de negocio definido, con las acciones a la baja, sin saber rentabilizar la publicidad y con pérdidas de más de 500 millones de dólares Twitter se enfrenta a un futuro muy negro
¿Qué le pasa a Twitter? Esta es la pregunta que en el ámbito financiero más elevado se llevan haciendo muchas personas. Tal vez a usted le pille de sorpresa y piense que nada, o lo asocie a la metedura de pata algún famoso en esta red, o a que la misma ha sufrido un ataque informático y se ha caído por unas horas. No, nada de eso. Lo que sucede es que la red más popular, en la que cualquier cosa que se escribe es noticia, la que muchos futbolistas, cantantes y famosos de medio pelo usan para contar sus intimidades, y la que los medios de comunicación han catapultado a la fama es una ruina como negocio. 
Mal asunto. En la actualidad el pajarito azul de Twitter es como un pollo sin cabeza. En estos momentos no tiene un negocio de modelo claro después de los muchos cambios realizados en su cúpula directiva en los últimos años, sus acciones en la bolsa de Nueva York valen menos de la mitad que cuando comenzaron a cotizar (casi 18 dólares frente a 40, con un descenso continuado en el último) se ha estancado en los 300 millones de seguidores (aunque nadie sabe en realidad cuántos de ellos son activos) y, pese a los intentos, no encuentra un comprador que la salve.
Twitter huele a muerto
A fecha de hoy podría desaparecer. Sí, si solamente tenemos en la mano los fríos datos de negocio que no sostienen a Twitter durante mucho tiempo más, por eso el interés en buscar un comprador digno y grande. Pero pese a los rumores, ni Disney ni Google se han atrevido por el momento a dar el paso, pese a que para estas corporaciones comprar la compañía del pajarito azul descabezado es un chollo, de 30.000 a 40.000 millones de dólares aproximadamente, pero una ganga tecnológica tal y como está el mercado de fusiones de empresas tecnológicas.
Para Twitter es importante que el comprador sea digno para evitar lo que le pasó a MySPace. Esta era la red social más popular e importante en Estados Unidos y América Latina a finales de los años dos mil, aunque en España era poco conocida y tal vez a los lectores no les suene. Facebook la sacó del mapa, fue comprada por otros inversores y ahora ocupa el puesto número 91 de popularidad en el mundo, especializada en música y vídeos. Mal negocio a todas luces.
Lo que nos enseña este ejemplo de MySpace es que en el mundo digital es muy rápido y efímero, los ciclos de vida de las empresas muy cortos y Twitter está en el filo de la navaja. Se puede salvar, pero está más cerca del abismo ya que tiene muchas debilidades. Vamos con otro ejemplo reciente. Yahoo funcionaba como un tiro en 2008 y rechazó una oferta de Microsoft de 44.600 millones. Varios años de malas gestiones empresariales la llevaron casi a su desaparición y este verano Verizon (una compañía de telefonía de Estados Unidos) la compró por 4.800 millones de dólares. ¡10 veces menos!, y Yahoo era una compañía más grande y solvente que Twitter, con un modelo de negocio más definido.
A Twitter le puede pasar como digo en una famosa frase el expresidente del Gobierno Felipe González, que “se puede morir de éxito”. Es cierto que en este caso goza de enorme popularidad entre un determinado perfil del público que usa las redes, pero a cambio no sabe cómo rentabilizar esa variable en beneficios por medio de la publicidad. A diferencia de Facebook que gana 3.600 millones, Twitter perdió el año pasado 521 millones de dólares.
Por otra parte se ha estancado en los 300 millones se usuarios registrados, mientras la compañía reconoce que de esta cifra más de 210 millones son cuentas activas. Desde mi punto de vista es una cifra exagerada y para ello solo basta ser usuario de esta red. Hay un pequeño grupo de personas activistas de la misma, otros que la usan de vez en cuando y una gran mayoría que tienen las cuentas abandonadas desde hace meses o años. 
Además, la experiencia de usuario cada vez es peor, el time line de Twitter está más poblado banalidades, idioteces e insultos a todo lo que se mueve. El anonimato le ha hecho mucho daño a esta empresa, una cuestión que debería corregir, y ha motivado que muchos intelectuales, como ellos mismos han reconocido, se hayan ido por piernas de Twitter tras ser lapidados al menor desliz. Otros ni se lo plantean. La libertad de expresión no se defiende desde una máscara y un seudónimo, sino dando la cara.
Por otra parte, Twitter no ha sabido conectar con el público más joven, la generación que se ha criado delante del móvil prefiere Whatsapp, Instagram y Snapchat, pocos usan la red del pajarito, no le han encontrado valor y así lo demuestran las estadísticas de uso. Son jóvenes para seguir las cuentas de calidad que existen en esta red y se relacionan mejor con redes donde prima más el intercambio de la imagen y los mensajes en sus círculos cerrados. Publicado por Javier Atienza

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