Ubrique ofrece mucho más que bolsos de piel

Aunque no es el tema del que suelo escribir, me parecía injusto no hacer una breve referencia de este pueblo, no sólo es conocido por el archiconocido torero  sino también por su artesanía de bolsos de piel y demás accesorios. Además, lo reconozco, me apetecía por mi condición de andaluza y, en particular, de gaditana.

Es uno de los pueblos que forman  la llamada Ruta de los Pueblos Blancos, se encuentra en el nordeste de la provincia y a unos 337 metros sobre el mar en pleno valle del río Ubrique.

Este pueblo nace de manos de los romanos, la llamada Ocuri u Ocurris.  Aún se pueden visitar las ruinas de esta antigua ciudad en las que podemos contemplar arquitectura funeraria y doméstica, murallas y restos de infraestructuras de abastecimiento. Para aquéllos que la quieran visitar: teléfono de información 956 46 49 00 y el horario es de martes a domingo de 10 a 14 y de 17.30 a 20.30.  Incluso para los que coincidan con las fechas, hay un día para ser un Romano Ocuritano, se trata de una bajada por la calzada romana desde Benaocaz hasta Ubrique vestido como las circunstancias lo requieren.

Tiene una fuerte herencia musulmana, dejando un pueblo caracterizado por callejuelas estrechas y empinadas,  blancas de cal y adornadas, no todas,  de geranios como el resto de los pueblos blancos. Lo que le distingue es su desarrollo económico a partir de la marroquinería. Hasta tal punto ha llegado la importancia de esta artesanía que la propia Universidad de Cádiz ha elaborado un diccionario léxico relacionado con ésta.

Como monumentos a visitar destacaría la Iglesia de San Antonio del s. XVI y la de Nuestra Señora de la O del XVIII. La Biblioteca Municipal era antiguamente la Iglesia de San Pedro que data de 1801, fue saqueada e incendiada en la Guerra de la independencia.

Sus principales fiestas son: los carnavales que suelen ser entre febrero y marzo, terminan con el enterramiento de la Patacabra; las Cruces de Mayo; y, la Feria de Ubrique en septiembre.

La gastronomía como en toda la provincia se vincula al entorno; la de Ubrique a embutidos ibéricos, carnes de caza, espárragos, tagarninas, quesos de oveja, boniatos horneados…

Y, por último, un libro, el Habla de Ubrique de Bartolomé Pérez Sánchez de Medina. Me imagino que es defecto de profesión, pero el estudio de las lenguas me apasiona y si es para conocer mejor nuestra habla  mucho más.