Revista Cultura y Ocio

Un año

Por Alaurenza
Termino el año algo cansado pero satisfecho. Se cumple el primer aniversario desde que decidiera dedicarme en exclusiva a mis libros. Las cosas han ido bastante bien.
Claro que tuve que enfrentarme a los vaivenes típicos del cambio, a la inseguridad de estar moviéndome en arenas desconocidas, impredecibles. Debí superar los bajones anímicos, naturales en estos vuelcos rotundos; lo que me hizo salir al fin fortalecido.
En contrapartida, obtuve el éxtasis de los buenos resultados, poco más que duplicando mis objetivos iniciales de venta. Seguiré trabajando entonces en el mismo sentido.
Nació mi hija: de las contadas cosas que sí estaban en los planes. La decisión de concebirla apuró también el cambio de labores. Sabía que luego sería más difícil, se sumaría un miedo fundamental a la hora de tomar riesgos.
Publiqué un nuevo libro de poesía, y lancé la tercera edición del infantil. Nos encontramos preparando ahora, junto a la dibujante, el segundo volumen de este último, que se estrenará probablemente entre los meses de enero o febrero próximos.
Intenté publicar mi novela para adultos por las vías tradicionales de edición. Firmé contrato para ello con una agente de Estados Unidos, hace algo más de siete meses. A esta altura supongo que las posibilidades son escasas, casi nulas diría. Pero no importa. De una manera u otra hallará su lugar.
En fin, fue un año de trabajo, de ir hacia delante sin saber lo que vendría (como casi siempre sucede, aunque creamos saberlo). Traté de no enroscarme, a veces con más éxito y otras veces con menos.
Creo haber crecido, sin necesidad de fosilizarme. De eso se trata, ¿no?

Volver a la Portada de Logo Paperblog