Un año sin el gran capitán

No podía dejar pasar este día sin mi pequeño recuerdo al mejor jugador nacido en España de todos los tiempos. El gran capitán del Real Madrid, Raúl González Blanco abandonó su casa para recalar en el Schalke 04 tal día como hoy el año pasado. Casi a la vez se marchaba también el bueno de José María Gutiérrez "Guti", tal vez el jugador español con más clase que he visto jamás, y seguramente uno de los más grandes de la historia.
La edad no suele perdonar, y menos en este pais. Y cuando un jugador llega a cierta edad, se mira el carnet, por mucho que los entrenadores digan que jamás lo hacen. En el Madrid, el señor Pellegrini -el "enterrador" como yo le llamo- se empeñó en que Raúl ya no servía para ser titular en el equipo y fue arrinconándolo a pesar de que los otros delanteros, salvo Cristiano Ronaldo, claro está, no demostraban nivel suficiente como para desbancar al capitán. El técnico se empeñó en que no jugara y consiguió resquebrajar la confianza del "7" hasta tal punto que decidió que, si quería seguir ganando títulos desde la cancha, si quería ser importante, debía marcharse. José Mourinho le dijo que le quería en el equipo, que iba a ser importante y que iba a jugar mucho más que el año anterior, pero la decisión de Raúl ya era firme y había dado su palabra al club alemán. Se marchó, jugó la Champions, aumentó sus records, y ganó títulos, uno de ellos hace muy pocos días.
Un día volverá a casa, y será importante en otra faceta, no sé cuál, pero seguro que lo hará bien, extremadamente bien, porque él es así. Jamás hace nada porque sí, jamás da un paso en falso y jamás se arruga, como buen madridista. Seguro que ayudará a mantener y aumentar la grandeza del Madrid desde el puesto que sea, pero lo que nadie puede borrar ya es que salió por la puerta de atrás, que no se retiró en el club al que tanto dio y tanto quiere. Y a mí, raulista convencido, me duele que un entrenador que no ganó nada, decidiera caprichosamente que la historia del jugador más grande nacido en España, acabara de una manera tan triste.
¡Vuelve pronto, Raúl! Los madridistas te queremos y te esperamos con los brazos abiertos.