El bombardero fue derribado en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, cerca de la costa de Kent, al sureste de Inglaterra, en una zona conocida como las Arenas Goodwin (Goodwin Sands). Dos de los miembros de la tripulación murieron en el impacto, y los otros dos, incluido el piloto, fueron hechos prisioneros y sobrevivieron a la guerra.
Se trata de un Dornier 17, conocido como el “lápiz volador”. Diseñado en principio como un avión de pasajeros, se utilizó más tarde con fines militares: era un atacante rápido y teóricamente capaz de superar a los aviones de combate enemigos. Se fabricaron unas 1.700 unidades pero su limitada capacidad de carga hizo que fuese retirado.Un estudio de sonar de alta resolución realizado por la Autoridad Portuaria de Londres (PLA) ha revelado que el bombardero se encuentra en un excepcional estado de conservación. Está boca arriba y es visible cuando las arenas se retiran. El avión sólo sufrió daños menores en el impacto, en la parte delantera de su cabina y ventanas de observación.
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