Revista Cultura y Ocio

«Un crimen con clase», de Julia Seales

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Beatrice Steele guarda un oscuro secreto: está obsesionada con el asesinato. No con el acto de cometerlo, sino con el acto de resolverlo.»


«Un crimen con clase», de Julia SealesFan de Jane Austen, de las novelas de Agatha Christie y del humor de William Goldman en La princesa prometida, Julia Seales creó esta historia de suspense y humor, enmarcada en el género del cozy mystery, durante la pandemia, como una escapatoria para una época estresante e impredecible. Un lugar agradable en el que refugiarse y encontrar consuelo en un contexto de incertidumbre.
El cozy mystery se caracteriza por tener como protagonista a un personaje amateur (normalmente una mujer) que se involucra en la investigación de un crimen debido a sus dotes para el pensamiento lógico, la capacidad de razonar y la observación de los pequeños detalles, como ocurre en este caso con la apasionada de los crímenes Beatrice Steele. Las tramas suelen desarrollarse en una comunidad cerrada, que aquí es el pequeño municipio de Swampshire, y aparentemente apacible, regida por sus propias normas y donde todos sus habitantes creen conocerse, hasta que un suceso inesperado acaba con sus tranquilas vidas y los convierte a todos en sospechosos. Cuando esto ocurre, el investigador aficionado debe recabar pistas, interrogar a los sospechosos y atar cabos para resolver el misterio.

El punto de partida de estas historias es un crimen, normalmente un asesinato, sin embargo, apenas hay violencia en ellas, ya que lo importante es crear una atmósfera de intriga que atrape al lector y le anime a encajar las distintas piezas del puzle que resolverán el misterio. Esta forma inteligente y elegante de abordar la investigación criminal recuerda a las pesquisas que hicieron famosa al personaje de Miss Marple, creado por Agatha Christie, o a Jessica Fletcher de la serie de televisión Se ha escrito un crimen.

La ambientación de esta novela en la campiña inglesa del siglo XIX, con sus mansiones al estilo Downton Abbey, sus fastuosos bailes y sus afiladas conversaciones, también contribuyen a esa sensación acogedora y amable que envuelve al lector a pesar de encontrarse en medio de la investigación de un crimen. Además, la época en la que se desarrolla la historia junto con la ironía con la que se trata la búsqueda de un matrimonio ventajoso, nos remite a Jane Austen. De hecho, en la obra de Julia Seales, al igual que en Orgullo y prejuicio, aparece una madre preocupada por casar a sus hijas para evitar la ruina e impedir que un primo interesado, al no existir descendientes varones, herede la casa familiar.

Sin embargo, al estar escrita en la actualidad, Un crimen con clase nos muestra una visión más moderna y feminista, al estilo de Los Bridgerton —que también transcurre durante la Regencia, un momento histórico que fascina a Seales por la importancia de los modales, del matrimonio por motivos económicos y de los letales rituales de belleza a base de belladona—, y se permite imaginar otros destinos para las mujeres que no hubieran sido muy probables en ese momento de la historia.
Así, Seales decide dar la vuelta a las destrezas necesarias para cazar a un marido, como la capacidad de las mujeres para interpretar cualquier mirada y palabra, para descubrir a un asesino en un momento en el que no había pruebas de ADN e incluso la detección de huellas dactilares era poco frecuente en Inglaterra.

Pero la obra cálida y encantadora novela de Julia Seales no se encuentra exenta de crítica social, especialmente a la situación de la mujer antes de la aparición de los movimientos feministas y sufragistas.
Así, por ejemplo, todas las mujeres de Swampshire deben seguir las indicaciones de La guía para damas, lo que hace referencia a libros que existieron realmente con instrucciones sobre cómo comportarse, vestirse y relacionarse en sociedad. En el libro, su incumplimiento supone la deshonra de la mujer y de toda su familia, así como la imposibilidad de conseguir un matrimonio que la proteja contra la pobreza, ya que se impedía a las mujeres tener una profesión o un trabajo con el que mantenerse sin la tutela de un hombre. Además, como ha ocurrido a lo largo de la historia en muchas culturas, en Swampshire se cuenta a las niñas y jóvenes historias terribles sobre el peligro de intentar huir o de salirse de la norma, como exponerse a desaparecer en uno de los «hoyos cenagosos» de la región, para evitar la subversión y asegurar que su mundo ordenado y supuestamente idílico no cambie.

Julia Seales también utiliza el humor, sarcástico y a veces absurdo, para pintar un retrato divertido de la vida cotidiana. Así, ya se trate del lugar en el que se ubica Swampshire («un pantano repugnante»), de su población de ranas fluorescentes con su incesante croar desanimado, del padre humorista, los ingeniosos gorros de la vecina o el abundante pelo de una de las hermanas Steele, la novela está plagada de momentos cómicos que sirven de contrapeso a situaciones que podrían resultar demasiado morbosas o dramáticas, aportando un tono más ligero a la investigación criminal.

Por su experiencia como guionista de televisión, la escritura de Seales resulta cinematográfica, rica en las descripciones de los personajes y los escenarios, trepidante y adictiva. También se caracteriza por ser dulce, divertida y reconfortante, ofreciendo una visión optimista del mundo sin olvidar las reivindicaciones sociales y feministas. Por último, la introducción de distintos elementos como recortes de periódicos, fragmentos de cartas o notas secretas sirven para involucrar al lector en la investigación y aumentar el misterio.

«Uno de los debuts más esperados del año:
un crimen a puerta cerrada

con ecos de Agatha Christie y Jane Austen.»

Y después de este rollo vamos a conocer a Beatrice Steele, del pequeño municipio de Swampshire, en la campiña inglesa, nunca ha encajado en la definición de una verdadera dama según el estricto código de conducta que allí rige: no sabe coser ni tiene talento para la música. Vive sin sobresaltos junto a su madre, cuya única obsesión es conseguir un buen partido para sus hijas, junto a su padre, un bromista sin remedio, y junto a sus dos hermanas menores. Sin embargo, Beatrice guarda un secreto: sueña con resolver casos de crímenes reales sobre los que lee en el periódico e incluso ha llegado a cartearse con un inspector de Londres. Si alguien se enterara de su extraña afición, Beatrice sería considerada un bicho raro y sería expulsada para siempre de su respetable círculo social.
Cuando un misterioso detective caído en desgracia se deja ver sin motivo en Swampshire durante el gran baile de otoño y el soltero de oro con quien su madre quiere casar a otra de sus hijas, Louisa, se desploma en medio del salón, Beatrice intuye que están atrapados con un asesino y que es la oportunidad perfecta para resolver un crimen.

Lee y disfruta de un fragmento de la novela.

La autora:«Un crimen con clase», de Julia Seales
Julia Seales es novelista y guionista. Tiene un máster en Guion de Cine por la UCLA y una licenciatura en Filología Inglesa por la Universidad de Vanderbilt. Ha trabajado en programas como la serie Sr. y Sra. Smith, protagonizada por Donald Glover y Maya Erskine. Es una anglófila empedernida y siente pasión tanto por los casos criminales como por Jane Austen. Nació en Kentucky, donde, según afirma, aprendió modales. Vive en Los Ángeles. Un crimen con clase (Lumen, 2023) es su primera novela.

El libro:
Un crimen con clase (título original: A Most Agreeable Murder, 2023) ha sido publicado por la Editorial Lumen en su Colección Narrativa. Traducción de Ana Mata Buil. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 384 páginas.

Como complemento pongo un vídeo en inglés con subtítulos en español en el que Julia Seales nos habla de su libro A Most Agreeable Murder.


Para saber más:
https://www.instagram.com/juliamaeseales/
https://twitter.com/juliamaeseales?lang=es


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