Revista Diario

Un cumpleaños muy especial.

Por Arielac
El viernes fue el primer cumpleaños de mi sobrino postizo, Nico. Su mamá, Natalia, y yo, fuimos juntas a las escuela. Nos conocimos con 3 años. Vivíamos muy cerca, así que solíamos jugar juntas los fines de semana, ella venía a mi casa o yo iba a la suya. Normalmente jugábamos con los Nenucos, cada una con el suyo, los bañábamos, les dábamos de comer, los llevábamos a pasear...

Un cumpleaños muy especial.

Una foto juntas, en el circo

Con 10 años, yo me mudé, pero no perdimos el contacto. Empezó una época de cartas que iban y venían, contándonos nuestras cosas, con todo el cariño y el amor, sin olvidarnos nunca a pesar de la distancia, los nuevos amigos, los primeros amores. Nos veíamos de vez en cuando, en vacaciones.
Ya mayorcitas,nos perdimos la pista, no sé bien por qué, cosas de la vida. Pero un día, años después, cuando yo ya vivía con Leo y ella con Ariel, retomamos el contacto. Fue como si no hubiera pasado el tiempo, y en nuestras conversaciones salía el tema de los hijos. Nos quedamos embarazadas el mismo año, ella en Julio y yo en Noviembre.
Viví su embarazo con una ilusión tremenda, sabía lo soñado que era ese bebé para ella y compartía su felicidad. Los médicos empezaron a ver problemas. Natalia pasó por una biopsia de corión, una amniocentesis e innumerables ecografías en las que los médicos no acababan de ver si pasaba algo. Le dijeron de todo en esos meses, que el niño venía mal, que estaba perfecto, que no sabían. Fue una incertidumbre y una angustia que ella afrontó con una valentía increíble. Un par de semanas antes del parto le dijeron que probablemente Nico no podría respirar al nacer. Podía morir.  Si un parto en sí ya es duro, más aún en estas circunstancias. El 8 de abril del año pasado, tras muchas horas de parto, nacía por cesárea Nico.  En contra de todas las perspectivas de los médicos, respiró al nacer, no precisó ayuda, había heredado la fuerza de su madre.
Nico tuvo que quedarse en Neo mientras le hacían pruebas. Natalia iba y venía de casa al hospital, más de una hora de camino entre trenes y metros, con la cesárea recién hecha y pasaba los días allí, con su niño.
Con 15 días, Nico recibió el alta. El diagnóstico, Displasia Metatrópica, una enfermedad rara, con sólo 80 casos documentados en el mundo, que afecta a los huesos.
Ha sido un año muy duro, Nico ha tenido que llevar férulas en manos y pies, un corsé en la espalda, un ingreso en el hospital por una bronquiolitis. Pero lo ha superado todo con una sonrisa, dándonos a todos una lección de fuerza y energía. Nico hoy, ríe muchísimo. Se sienta en su sillita especial. Y nadie se fija en lo que no puede hacer, porque es tanto lo que sí hace que te quita el aliento. Sólo de ver esas sonrisa que tiene, uno se derrite.
Por eso, es un cumpleaños especial, el primer cumpleaños de Nico, el PrinciNico Valiente, el Rey León.
Te quiero mucho, mucho, Nico, y a tu mamá también.
Feliz cumpleaños, estoy deseando ir a darte un mordisquito ;)

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