Revista Cine

Un destripador de antaño, de Emilia Pardo Bazán.

Publicado el 30 octubre 2015 por Meg @CazaEstrellas

"La leyenda del destripador asesino medio sabio y medio brujo, es muy antigua en mi tierra. La oí en tiernos años, susurrada o salmodiada en terroríficas estrofas, quizá al borde de mi cuna, por la vieja criada, quizá en la cocina aldeana, en la tertulia de los gañanes, que la contaban con estremecimientos de temor o risotadas oscuras (...) Voy a contarlo. Entrad conmigo valerosamente en la zona de sombra del alma."
Un destripador de antaño, de Emilia Pardo Bazán.He comentado alguna vez que soy voluntaria de "Más Libros Libres", siempre que el horario laboral me lo permite. En uno de mis turnos decidí buscar un libro que leer en estas terroríficas fechas. Este año me he decantado por el producto nacional. Así fue como me encontré en las estanterías con esta joyita de Emilia Pardo Bazán (1851-1921), la intrépida condesa que frecuentó y protagonizó los ambientes culturales de la época, reservados entonces  a serios y bigotudos caballeros. Nuestra protagonista es Minia (nombre de una santa que fue asesinada y a la que Minia venera), una joven dulce, guapa y bondadosa que siendo niña se quedó huérfana. Sus tíos, los molineros Juan Ramón y Pepona, la adoptan. Sus padres adoptivos jamás la tratarán como a una hija, ni sus dos primos como una hermana, todo lo contrario: le encomiendan las tareas más duras del hogar y del negocio e incluso la maltratan. Los tíos de Minia reciben un aviso de desahucio por falta de pago, por lo que en breve deberán abandonar sus tierras. Es entonces cuando piensan en Minia como remedio de su precaria situación, aunque sea de una forma sangrienta...Por otro lado conocemos a  Don Custodio, boticario de la aldea, un hombre sobre el que circulan espeluznantes rumores sobre la forma en que obtiene sus recetas. ¿Qué papel juega él en todo esto? Pues hay que leer esta breve novela (o relato largo) para saberlo.He disfrutado muchísimo de esta lectura cargada de simbolismos. Pardo Bazán se sitúa en la corriente del naturalismo, lo que se refleja claramente (pese a iniciarse la historia en modo leyenda) en las descripciones de los eventos, lugares y personas (muy reales y creíbles, con vidas triviales). La escritora es única recreando ambientes, de forma que no es tanto la historia en sí como el clima que siembra describiendo, por ejemplo, la niebla en una noche oscura en los bosques gallegos.Nos encontramos una historia ambientada en una Galicia tenebrosa y espeluznante en sus paisajes, donde los rumores y la ignorancia de los pueblos de la época quedan perfectamente retratados, y donde los bellos paisajes contrastan con la oscuridad del alma humana:"De repente, allí mismo, bajo los rayos del sol, del alegre, hermoso, que reconcilia a los humanos consigo mismos y con la existencia, divisó un bulto, un cuerpo..."
 Podría seguir hablando de todos y cada uno de los personajes, de asesinato de Santa Minia, de la vida en la aldea, pero destriparía (y nunca mejor dicho) un relato que no tiene desperdicio. Imprescindible.Otras entradas publicadas en estas fechas:*El monte de las ánimas, de Bécquer.*Don Juan Tenorio, de Zorrilla.*Cuentos Macabros, de Poe.*Drácula, de Bram Stoker.*Thriller.

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