Revista Cultura y Ocio

Un día de estos…

Publicado el 23 enero 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

“Si quieres yo te cuento las cosas que te pasan, cuando abres al amor dejando la cadena echada… Comprenderás entonces, las cosas que no hacemos, son esas mismas cosas que luego echarás de menos…” Escuchando esta canción de Marwan (¿Quién coño es ese? Estaréis pensando) Yo os lo cuento, no os preocupéis.

Pues  Marwan es un letrista cojonudo y me dio por pensar que él, era un poco como yo… que dice cosas que todos pensamos y sentimos pero que no siempre nos atrevemos a decir.

 Y es que llevo 4 días consecutivos de alegría (o ausencia de llanto) en los que empiezo a vislumbrar esa famosa luz (la que dicen que está al final del túnel)  y es que “mi túnel” supera con creces al de la M-30. Pero me he puesto las luces de posición, las largas y las antiniebla… Y me he quitado las gafas de sol (¿cuántas veces te metes en un túnel con ellas puestas?) y la verdad que algo de claridad se aprecia.

Pues de camino a la oficina, estaba escuchando esta canción, que explica cómo a veces intentamos darnos¡Pero no nos sale! No estamos preparados y aunque intentamos que alguien entre en nuestra vida, dejamos “la cadena echada” en la puerta, vigilando para que no entre ¡Ni que fuese un vendedor de enciclopedias!

 Por miedo no nos atrevemos a abrir, claro que si pudiese contratar un sistema de alarma en plan “securitas direct” no tendría tantas dudas para abrir la dichosa puerta… Pero mi corazón no tiene más alarma que los miedos y que mi poquita intuición…Y así, ¡Cómo para dejar entrar a un desconocido en casa! ¡Que se te meten hasta la cocina y si te descuidas también en la cama!

 Pero la verdad… apetece. Apetece la compañía, la buena conversación, la charla distendida, el café, las buenas tardes y los buenos días (esos mensajes a primera hora…ufff) ¡Cómo se disfrutan!

volver a ilusionarse

 Y sé que hay mucha gente como yo, que sufre por una ruptura y todavía está recomponiéndose… y aunque nosotros vamos más despacio, el mundo gira a su propia velocidad, mientras una sigue adormilada, pasan cosas, conoces a gente y de repente piensas: ¿Será posible volverse a ilusionar?

 Lo cierto es que aunque una quiera no es fácil, no ocurre sin más (o quizás sí) y no sirve cualquier momento ni de cualquier manera. Pero va a ser verdad que a veces sin darte cuenta te relajas…dejas de obsesionarte con el tema y lo ves todo de otra manera.

Así que la Rubita (que no tiene prisa) empieza a notar cierta “liberación mental” y es capaz de ver un tono gris, donde antes era todo más negro que una mancha de petróleo.

 Por eso la canción de Marwan (Un día de estos) de la que os dejo el video, me ha hecho pensar que tarde o temprano tendré fuerzas suficientes para abrir la puerta del todo… Para empezar a conocer y dejar que me conozcan… A veces me doy cuenta de lo mucho que escondo (o simplemente enseño esa versión de la Rubita que deja el corazón en la mesilla) .

 Yo no suelo tener término medio, soy de las que lo dan todo o por el contrario soy incapaz de dar nada… No me sirve el rollo “querer a medias”. Y durante estos meses estaba convencida que la situación en la que me encuentro me convertiría en una “rubita cabrona” de dudosa fiabilidad, pues no estoy yo para bromas.

Y como estoy tan contenta (contenta quizás es exagerar un poco) me preguntaba cómo será el momento en el que no tenga miedo y pueda volver a confiar en alguien y si es posible que en un futuro vuelva a sentir las mariposas…

volver a sentir mariposas

Supongo que muchas veces renunciamos a cosas por miedo… por miedo a perder, a que nos hagan daño, a que el corazón (que todavía está en fase de reposo) se te rompa de nuevo, pues las fisuras (pegadas con Loctite) son ahora débiles y se pueden resquebrajar en un “abrir y cerrar” de ojos (o en un abrir y cerrar de piernas…que nos pillamos con cualquiera) y no estoy por la labor de ponerme a recoger trocitos de mi corazón por toda la Comunidad de Madrid…

¡Quita, quita! 

Por lo de pronto me aplico la letra: “Un día de estos, tendrás que ir bajando la guardia, las cosas que otros te hicieron, son cosas que ya no te pasan…”

Pues eso… haber si quitamos la cadena de la puerta.


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