Comenzaba, pues, en 1939. El ejército alemán nazi invade Polonia.
Esta circunstancia de índole militar - que bien podría apuntarse como movimiento de ocupación político militar- por parte de la Alemania nazi fuera de sus fronteras (movimiento que ya realizaron los alemanes años atrás en otras regiones colindantes, aunque sin la misma carga de profundidad y simbólica que supuso la invasión polaca). y otras acciones de calado provocaron ciertas tensiones entre algunas de las potencias europeas del momento que se agravaron con la declaración de guerra impulsada principalmente por Francia e Inglaterra.
1939 con esta declaración un nuevo conflicto bélico de envergadura: la II Guerra Mundial.
La invasión militar de tierras polacas fue el argumento que supuso el detonante de esta II Guerra Mundial, mas no el único, pues las ansias de expansión de la Alemania nazi, liderada por Hitler, y las acciones llevadas a cabo contra determinados colectivos de procedencia, cultura y/o problemática diversa generaron cierto rechazo, aunque muchas de estas acciones se produjeron durante los años de contienda. En La represalia no se hizo esperar. Este capítulo de la historia de la II Guerra Mundial es el punto de partida y el contexto sobre el cual se basa la autora
Los intentos de desestabilizar al ejército alemán y/o a determinadas personalidades políticas nazis fueron una constante. Algunos representantes políticos y militares de los aliados - como Winston Churchill- ordenador acciones con la finalidad de neutralizar a algunos cargos militares relevantes del III Reich.
1942 se produjo uno de esos intentos de desestabilización, pues dos paracaidistas checos atentaron contra el máximo representante del III Reich en la región de Moravia: Hitler ordenó la destrucción completa del pueblo de Lúdice. Los soldados cumplieron las órdenes de fusilar a los hombres y de llevar a mujeres y niños a campos de concentración. Reinhard Heydrich. No logran acabar inicialmente con la vida de Heydrich, mas este falleció días después como consecuencia de las heridas. Contribuyó también la negativa de Heydrich de ser atendido única y exclusivamente por médicos alemanes. Maureen Myant en su novela La canción de Jan para desarrollar la trama narrativa.
"Sus ojos ya se han acostumbrado un poco a la oscuridad y distingue la puerta. El perro está ladrando y Jan corre en dirección al sonido. Cuando llega a la entrada del cobertizo se para a mirar. El patio resulta amenazador. Hay un pequeño cuadrado de luz, proyectado por una de las ventanas de la casa, pero aparte de eso nada. [...] A unos doscientos metros ve que hay varios camiones, aunque no sabría decir cuántos. Tienen los faros encendidos e iluminan la escena. Docenas de soldados y unos pocos policías. Han rodeado la parte central del pueblo.
(página 15)
[...]
" Dos horas después. La granja está llena de cuerpo, amontonados en filas desordenadas. Jan no sabe a cuántos han matado. Dejó de contar cuando sacaron a su padre. La escena se le ha quedado grabada en la cabeza, como una fotografía. Ve a su padre, una y otra vez, junto a los otros hombres. No dice nada, no pestañea cuando los soldados levantan los rifles, pero el impacto de las balas hace que su cuerpo se sacuda como una marioneta cuando la dejan en el suelo."
(página 19)
[...]
Jan, un niño de 11 años, sobrevive a la matanza perpetrada por los soldados alemanes en su aldea. Sin pretenderlo es testigo de este trágico acontecimiento. Ve, subido y escondido en un árbol las acciones de los nazis en el pueblo: cómo sacan a todos los hombres de la localidad y los fusilan en la plaza del pueblo. Pese a que es localizado por un soldado alemán por casualidad (este decide hacer sus necesidades más inmediatas en el escondite de Jan) este no le delata. Esta acción y el soldado en si tendrán cierta relevancia más adelante.
Poco después logra unirse a las mujeres y las niñas, pero con la mala fortuna que estas son sacadas fuera del pueblo y enviadas a diferentes lugares, la mayoría a campos de concentración.
A partir de ahí se van sucediendo los acontecimientos. Unos sucesos que se van narrando bajo la mirada del niño. No es, pese a este detalle, una novela de similares características a otras obras literarias en las que la temática es similar o con puntos coincidentes y que cuentan con un niño como protagonista principal.
Verdad es que esta interesante novela cuenta con un niño como protagonista principal, Jan, y otra de secundaria que adquiere cierta relevancia, como es la hermana de 2 años de Jan que es dada en adopción a una familia alemana, pero bajo circunstancias extrañas, pues la familia desconoce realmente la realidad y la procedencia de la niña pequeña. La hermana de corta edad, de nombre Es Para aquellas personas que Para aquellas personas qu
Gisela y Friedrich son una pareja alemana que viven en una granja alejados de la localidad a la que pertenecen. Se dedican a labores propias de una granja. Cuentan con un hijo que se marcha convencido por los ideales alemanes- y por la política propagandística de la Alemania Nazi- a la guerra.
Jan logra escapar del campo de concentración en el que acaba confinado (cómo logra salvarse, la compañía que tiene en los primeros momentos son episodios que merecen especial atención dada la dureza, la cruda realidad reflejada) para encontrar a su hermana de dos años sin saber con exactitud dónde se encuentra y en qué condiciones. Es su verdadera preocupación: reencontrarse con su hermana.
Lena, vive una vida totalmente diferente a la de Jan, pues acaba siendo adoptada por la f amilia alemana formada por Gisela y Fiedrich y en la clandestinidad su hijo. Las autoridades alemanas ocultan a la familia la procedencia de la niña e indican que se trata de una hija huérfana y de orígenes alemanes. Las vicisitudes que debe soportar Jan en su periplo por conocer el paradero de su hermana, por buscarla, se van alternando en la novela con la vida de Lena, bautizada por la familia alemana con la que se encuentra Helena, y la del matrimonio. Un matrimonio con cargas familiares y emocionales que deben soportar y no hacerlas visibles con claridad dadas los problemas que puedan tener, y acaban teniendo en algunos momentos.
Deja la novela escenas interesantes y duras como las protagonizadas por Jan, por el hijo de la familia alemana, por los soldados alemanes tanto en el inicio de la novela como cuando intentan averiguar el paradero del hijo de la familia alemana (una familia que pasa penurias y que tiene sus ideas, sobre todo Friedrich, acerca de la contienda militar y de la actuación de la Alemania nazi.
La canción de Jan una novela realmente interesante y totalmente recomendable. Para aquellas personas que quieran adentrarse en un período de dificultades, de penurias, en una historia dura, pero narrada con un estilo sencillo, claro, sin excesivas florituras, que, como he apuntado, deja escenas conmovedoras, de interés, esta es la novela indicada.
quieran ver la evolución de un personaje como Jan, que quieran ver reflejadas temas como el miedo, la madurez en una corta edad, el dolor por la pérdida de un ser querido, entre otras cuestiones relevantes, esta también es la novela indicada.
e quieran ver narrada la guerra o hechos relacionados con esta contienda bélica del siglo XX desde diferentes perspectivas esta es una novela a tener en cuenta.