Revista Cocina

"Un espacio al vacío"

Por Monynu7
Era tan agradable el calor que despedía la fogata en el salón de mi hogar... sentados ahí mismo estabamos unos amigos y yo, comentando lo que significan estas fechas de festejos, para muchos aquí en España sobretodo en Galicia es una actitud melancólica, restringido a un plano solamente familiar... y el fin de año se amplía para los amigos y juerga, continuando en la madrugada hasta el amanecer dando las nueve, diez u once del día; entoces yo comentaba a mis amogos, que esto me lleva a pensar que algunas personas traen tantas cargas en si mismas, puede ser: una relación rota, una economía caída, una perdida insuperable, una familia lejos sin tener la posibilidad de acercarla; cuántas y mil frustraciones con conflictos, impotencias, tristezas o carencias que invaden y de alguna manera se busca la forma de despojarse de ellas, entonces el silencio tomo parte en esta charla tan sólo unos segundos, seguido lo irrumpí diciendo: "Hacer espacios en nuestras vidas" de nuevo el silencio apareció.. entonces una voz femenina habló ¿hacer espacios en nuestras vidas?... ¿cómo? no te entiendo... entonces  intentando explicar le dije - si! hacer espacio en nuestras vidas, todo aquello que no nos sirve o nos estanca en nuestro crecimiento personal o en nuestra felicidad para poder disfrutar de la misma vida, sacarlo!: ideas, creencias, ropa, novio(a), gente, una supuesta amistad, lugares, libros, conductas, actitudes, habitos, kilos de más, manías, muebles, historias, etcétera... pues lo único que hacen es ocupar un espacio, que bien podría estar libre para algo mejor, que Dios puede estar enviando a nuestras vidas. Hablando en mi propia experiencia, en algunas ocasiones me he aferrado a algo o a alguien que ya no me pertenece, que en su día fué muy hermoso pero ya está formando parte del pasado... y ese aferramiento no me dejaba avanzar, para seguir creciendo y desarrollarme en mi calidad humana, para continuar disfrutando de mi paz interior, de mis alegrías, sorpresas gratas que han llegado al umbral de mi propia vida, pero a veces están estancadas, y yo sin darme cuenta, por mi obstinación de aferramiento: a ese ser viviente o calzado roto que ya la planta de mi pie saborea el chicle masticado que pisa, esa manta vieja que ya no emite calor, ese calcetín roto en el dedo gordo de mi pie, que por más que zurza acaba rompiendo y mi dedo de nuevo vuelve asomar, ese mueble destartalado que está olvidado en el rincón dando mala vista y lo peor del caso es que ni sirve para guardar cosas, esa mala actitud que puedo tener cuando esa persona a quien quiero no me llama o llega tarde y le echo la bronca sin saber primero lo que ha pasado, esa mala manía de estacionarse en cualquier lugar, sin pensar en que estorbo, o pongo en peligro a los demás... o ese lugar donde no soy bien recibida al grado de que mi interior se inquieta...
Así que en este año que comienza quiero retomar la decisión de hacer "un espacio al vacío" seguro que las bendiciones nuevas que Dios envía a mi vida cubrirán el vacío que he dejado libre.

 
Crema de champiñones

Ingredientes:
650 gramos de champiñones.
1 puerro cortado en ruedas.
1 patata grande cortada en cuadros.
Sal.
Pimienta.
Aceite de oliva.
Media berenjena cortada en juliana.
Tallos de cebollino.
Preparación:
Pon aceite en una olla, sofríe los champiñones (reserva unos pocos para decorar), puerro, (reserva un poco también para decorar) y patatas durante 10 minutos. Cubre con 1 litro de agua, condimenta con sal y pimienta, deja cocinar 20-25 minutos. Una vez pasado el tiempo, tritura con  la licuadora o thermomix hasta conseguir una crema homogénea.
Saltea la berenjena con el puerro y los champiñones que has reservado, una vez listo coloca encima de cada plato servido y si quieres,  cebollino para adornar.
Da para 4 personas.
En cortesia por "las recetas de Tere" agradeciendo vuestra receta.

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