Según confirman a la redacción de este blog fuentes como BBC o UPOSCL, un grupo de vándalos habría asaltado sin piedad, ni miramientos, el arte urbano del barrio de La Floresta, Quito. Al parecer, esta agrupación de jóvenes sin escrúpulos, pretende sembrar el caos de la ortografía en las calles de Latinoamérica.
El origen de todo, se remonta a 1996, cuando surgió un movimiento denominado “Acción Poética” que pretendía llenar las fachadas más decadentes de frases inspiradoras. Tuvo tal éxito que se fue propagando como la pólvora. Ahora, a este movimiento le ha salido un antagonista, “Acción Ortográfica” y también está teniendo un contagio rápido por la población. Sin embargo, parece ser que ninguno de los colaboracionistas quiere dar la cara. Para encontrar los resultados de este ataque, hemos de buscar en Google o esperar a que el pueblo lo cuente en sus redes sociales.
Según los expertos analistas consultados, parece que esta organización estaría usando un spray de color rojo como principal arma vengativa. Gracias a esta ballesta de pintura, corrigen las faltas de ortografía a los autores primarios exponiéndoles al escarnio público de los viandantes.
La batalla no ha hecho más que empezar. Las pandillas clandestinas del buen escribir parecen haber cruzado el charco y haber llegado hasta la mismísima capital de nuestro reino. El pique entre correctores y corregidos es tal, que algunas paredes ya reflejan resentimientos irreparables. ¡¡VA POR TI, RAE!!
Gracias, Nenfiss
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