Te quiere, mamá. Escribió con letra de maestra, en ese libro que le leyó durante años antes de meterse a dormir y que aun conserva el olor a crema de manos. Libro ya desengomado y amarillento al que hay que tratar con cuidado para que las hojas no se desparramen por el suelo. La de veces que ha soñado con piratas, tabernas, loros, tesoros y con el temido circulo negro.