-En esa casa no vive Mizuki Tanaka.
La Shi se colocó las gafas, volvió a consultar sus Shahon, a mirar el número en la puerta y a consultar el mapa.
-Es la primera vez que me pasa. ¿Éste es el numero 34 de la calle Kanawa?.
-Si.
La Shi se quita la capucha y se pasa un pañuelo por la calavera para quitarse el sudor.
-¡Qué contrariedad! Bueno ya puede perdonar la molestia.
La Shi tomó la Ōgama que había dejado en el quicio de la doa y le hizo el saludo shanteru.
Makira cerró la puerta y al volver a la habitación del Sofu comprobó que éste volvía a respirar.