Revista Salud y Bienestar

Un momento con BioSim

Por Javier Rojo @blogtueii

¿Qué es BIOSIM?

BioSim es la Asociación Española de Biosimilares, una organización sin ánimo de lucro que representa a laboratorios farmacéuticos establecidos en España que desarrollan, fabrican, comercializan o distribuyen medicamentos biosimilares. Se trata de una organización recientemente creada cuya misión fundamental es sumar esfuerzos en beneficio de sus miembros, pero que a su vez esos esfuerzos conjuntos redunden en poner al alcance de los profesionales sanitarios y de los pacientes una nueva alternativa terapéutica con un claro valor social añadido: los biosimilares.

¿Por qué se decidieron a crear esta asociación?

La llegada de los biosimilares, como ocurre con cualquier medicamento o familia de medicamentos que tenga algún componente innovador en su desarrollo o actividad, ha generado cierto debate respecto a su utilización terapéutica óptima. Ese debate en parte se produce por la confusión entre los conceptos biosimilar y genérico. Por ello se estimó conveniente crear una asociación exclusivamente orientada a reconocer y dar a conocer las particularidades de los biosimilares; particularidades que pudieran requerir incluso de políticas sanitarias diferenciadas.  De ahí la creación de BioSim.

¿Cuál es la función principal de BIOSIM?

BioSim nació con la vocación de proporcionar una sola voz a los laboratorios que operan en el mercado de los biosimilares, en beneficio de este.  Su función principal es por lo tanto la de formar, informar y asesorar con rigor acerca de lo que son estos medicamentos (colaboraciones con el Ministerio de Sanidad y Consejerías de Salud, formación a pacientes, presencia en congresos médicos, etc.). La Asociación lo quiere hacer por lo tanto tendiendo la mano a la administración sanitaria, a los profesionales sanitarios, a la propia industria innovadora (presente también en BioSim), y por supuesto a las asociaciones de pacientes, para contribuir decididamente a despejar dudas, y a facilitar el acceso de pacientes a estos productos con los criterios clínicos más garantistas.

¿Quiénes forman esta asociación?

BioSim abre sus puertas tanto a los laboratorios que ya están operando en el mercado de los biosimilares como a compañías que han puesto, o vayan a poner en marcha una división de biosimilares; sea esta para fabricación, desarrollo, producción o comercialización. Esto incluye también a laboratorios reconocidos por su liderazgo en el ámbito de los medicamentos originales que han tomado la decisión estratégica de introducirse en biosimilares. Hoy BioSim aglutina a 15 laboratorios asociados, de entre ellos algunos están a la cabeza en ventas de estos productos. Lo miembros son Accord Biopharmaceuticals, Boehringer Ingelheim, Cinfa Biotech, Gedeon Richter, Kern Pharma, Lilly, mAbxience, Merck, Mylan, Novartis, Sandoz, Rovi, Sanofi, Stada y Teva.

¿Qué es un medicamento biosimilar?

Un medicamento biológico similar (o biosimilar) es un medicamento biológico del que se ha demostrado mediante estudios muy rigurosos y extensos que tiene en esencia el mismo principio activo que un medicamento biológico original (producto de referencia), al cual se ha demostrado que es equivalente en calidad, eficacia y seguridad. El biosimilar se autoriza para todas, o algunas de las indicaciones aprobadas para el producto de referencia, y su posología y vía de administración son las mismas que las de este. La Agencia Europea del Medicamento (o EMA), el organismo que evalúa los expedientes para la autorización de biosimilares, tiene consecuentemente el mismo grado de exigencia respecto al equilibrio beneficio/riesgo en biosimilares que en los productos biológicos originales de los cuales son réplica.

Una parte de la sociedad que sabe sobre esta nueva generación de medicamentos, como los biosimilares, creen que son como los medicamentos genéricos de un producto de referencia ¿Qué parte de razón o mentira tiene esa afirmación?

Técnicamente hablando,  un biosimilar no es un genérico, puesto que los estudios que se requieren para demostrar equivalencia entre dos medicamentos biológicos (un biosimilar y el  medicamento original de referencia) son cualitativa y cuantitativamente distintos, y más exhaustivos, que los requeridos para demostrar equivalencia entre productos de síntesis química (un genérico y el producto original con el que se compara). Sin embargo hay cierta analogía conceptual porque en ambos casos se trata de productos desarrollados con el fin de reproducir lo más fidedignamente posible las características de un producto original, y lanzarlo al expirar la patente de este, por lo cual en ninguno de ambos casos se requiere del desarrollo completo exigible a un producto original.

Dicho esto, el desarrollo de un medicamento biosimilar se asemeja mucho más al del medicamento biológico de referencia que al desarrollo de un genérico, tanto en términos de requerimientos de evidencia tangible para demostrar su eficacia y seguridad, como de costes asociados a los mismos. Mientras que el coste de desarrollo de un genérico ronda entre $1-3 Millones, el coste de desarrollo de un biosimilar oscila entre $150-300 Millones.

¿Cuáles son las diferencias principales entre los tratamientos biológicos y los biosimilares? ¿Y las semejanzas entre ambos?

No se debe distinguir entre biológicos y biosimilares, puesto que los biosimilares son biológicos. En todo caso se puede hablar de biológicos originales y de biológicos similares (o biosimilares). Las semejanzas son muy elevadas, en ciertos aspectos difícilmente distinguibles, puesto que el biosimilar se desarrolla precisamente con el objetivo de reproducir el producto biológico original, hasta el punto de que la propia Agencia Europea del Medicamento (EMA) habla de que comparten en esencia el mismo principio activo. La reproducción molecular idéntica o exacta de dos medicamentos biológicos no es posible nunca, ni siquiera se puede garantizar que todos los lotes de un producto original sean réplicas idénticas. Por lo tanto pueden existir variaciones estructurales menores entre el biosimilar y el producto original. Sin embargo, el objetivo del extenso ejercicio de comparación entre ambos productos es precisamente demostrar que esas posibles leves diferencias entre ambos productos no inciden significativamente en la calidad, la eficacia y la seguridad.

¿Los tratamientos biosimilares han seguido los ensayos clínicos que exigen las agencias de medicamentos?

Sí, han seguido los ensayos que la agencia regulatoria solicita a un biosimilar para acreditar eficacia y seguridad. En el caso de los biosimilares lanzados en España, se han debido acoger a la regulación pionera y más exigente internacionalmente; la de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Esos estudios clínicos pretender substanciar que la farmacocinética, la eficacia y la seguridad son equivalentes, y por lo tanto se trata de ensayos comparativos entre el candidato a biosimilar y el producto original de referencia.

¿Creen que debido a la entrada de los biosimilares, los tratamientos biológicos bajaran su uso y prescripción?

Puesto que los biosimilares son biológicos, técnicamente la respuesta a la pregunta es que no bajará el uso y prescripción de los biológicos. En todo caso aumentará, precisamente porque la entrada de los biosimilares dará acceso a más pacientes a estos tratamientos. Si la pregunta se refiere a si disminuirá el uso y prescripción de los productos originales, es probable que disminuya el de algunos de los productos originales de referencia que han servido de referencia. Sin embargo la entrada de los biosimilares sin duda contribuirá a incentivar el desarrollo y adopción de nuevos biológicos innovadores. En general la tendencia en el mercado farmacéutico es hacia un incremento notable de la proporción de productos biológicos (esencialmente anticuerpos monoclonales) y muchos de ellos se aprobarán en los próximos 10-15 años. Por lo tanto no parece que vaya a verse mermada en modo alguno la utilización de biológicos por la presencia de biosimilares. Más bien al contrario.

Respecto a la pregunta anterior ¿Creen que el cambio será por la amplitud de opciones de tratamiento o por el coste del medicamento?

Sin duda la oferta de un tratamiento equivalente a otro pero a menor precio, como ocurre por lo general con los biosimilares respecto a los biológicos originales, puede conllevar un mayor uso y prescripción de los primeros en muchos casos. Sin embargo las dinámicas de mercado harán que el precio de algunos productos originales baje e incluso iguale al del biosimilar. El que se use uno u otro en caso de igualdad de precios dependerá de muchos otros factores. Por ejemplo del servicio que cada laboratorio ofrezca, de las posibles innovaciones por ejemplo en sistemas de dispensación en biosimilares, de las políticas sanitarias, etc.

¿Creen que los fármacos biológicos bajaran su precio al tener la competencia en ese aspecto de los biosimilares?

Seguramente sí, en muchos casos los biológicos originales reducirán su precio. Ya ha ocurrido por ejemplo con las eritropoyetinas. El que el laboratorio comercializador del medicamento original de referencia decida o no bajar el precio del original es una cuestión estratégica que en gran medida debería ser tomada por la propia empresa.

¿Qué número de biosimilares van a salir al mercado próximamente? ¿Qué empresas lo van a comercializar?

No es fácil saberlo con exactitud. Se sabe que al menos un producto biosimilar cuyo principio activo es el anti-TNF etanercept ha recibido una opinión positiva de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y está pendiente de su autorización por parte de la Comisión Europea. Presumiblemente en semanas o pocos meses será aprobado, pero su salida al mercado se dilatará notablemente más. Existen además candidatos a biosimilar que están siendo evaluados por la propia EMA (con principios activos como insulina, adalimumab, etanercept, pegfilgrastim, rituximab e infliximab). Por último se sabe que otros muchos están en desarrollo clínico: biosimilares con rituximab, bevacizumab, trastuzumab, insulinas, etc. Previsiblemente  el lanzamiento de la segunda oleada de biosimilares, que ya se ha iniciado con el primer biosimilar de anticuerpo monoclonal, se va a redoblar en los próximos 10 años.

¿Qué pacientes pueden acceder a los medicamentos biosimilares?

Cualquier paciente al que se le diagnostique por primera vez una enfermedad que requiera de un medicamento biológico que exista en versión original y biosimilar es susceptible de recibir uno u otro sin que se deba esperar que existan diferencias entre ambos en la respuesta terapéutica. Incluso pacientes que ya estén recibiendo un tratamiento biológico original, pueden ser elegibles para recibir el biosimilar correspondiente. El posible cambio al biosimilar debe ser decisión del médico o resultado de un consenso del que el médico sea partícipe.

Existen estudios al respecto, sobre cómo funcionan los biosimilares en pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales.

En el caso de los biosimilares con infliximab, los estudios post-autorización realizados hasta hoy en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal apuntan hacia lo que ya la Agencia Europea del Medicamento (EMA) anticipó tras su evaluación; el perfil de eficacia y seguridad entre el biosimilar y el biológico original es equivalente en enfermedades inflamatorias intestinales. La EMA emitió una opinión positiva respecto a la equivalencia en el comportamiento terapéutico entre los biosimilares de infliximab y el producto de referencia para todas las indicaciones del original. Lo hizo porque estimó que estaba suficientemente acreditada esa analogía mediante los estudios más sensibles y rigurosos posibles. En los biosimilares, por lógica científica, el fundamento de la demostración de biosimilaridad no radica en los ensayos clínicos en pacientes y por eso, en muchos casos, no aporta información alguna comparar ambos productos en todas las indicaciones. Ese fue el caso de los biosimilares de infliximab. Extender los estudios clínicos a pacientes con enfermedad intestinal para su aprobación, hubiera encarecido el desarrollo y por lo tanto reducido la diferencia de precio con el original, y probablemente hubiera retrasado su lanzamiento sin aportar nada a cambio.

¿Dan unos resultados de funcionamiento en pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales similares a los biológicos?

Además de otras muchas características, el funcionamiento, o actividad biológica del medicamento biosimilar con infliximab ha sido comparado en numerosas pruebas de laboratorio altamente sensibles con el del medicamento original de referencia. En esas decenas de pruebas comparadas, se ha demostrado fehacientemente que el mecanismo de acción al que se atribuye el efecto terapéutico es en esencia indistinguible entre uno y otro. Al igual que ocurre en ocasiones entre lotes de anticuerpos monoclonales originales, se observó una diferencia funcional menor en una prueba concreta relativa a un efecto terapéuticamente irrelevante, y que por lo tanto no debe tener traducción en el perfil de eficacia y seguridad sea cual sea la enfermedad. La evidencia científica tan contundente de equivalencia funcional junto a numerosas otras pruebas fisicoquímicas, preclínicas y clínicas, permitió a la Agencia Europea del Medicamento (EMA), dar una opinión positiva respecto a la equivalencia entre ambos productos.

¿Cómo es la vía de administración de los biosimilares?

La vía de administración de los biosimilares, y su posología, es la misma que la de los productos originales a los cuales son equivalentes. Es así porque ambos medicamentos en esencia contienen el mismo principio activo y una formulación que se ha demostrado bioequivalente mediante rigurosos estudios científico-médicos.

¿Qué información deben reportar los pacientes en caso de sufrir un efecto adverso?

La expectativa en relación a posibles efectos adversos no es ni mayor ni menor con los biosimilares que con los biológicos de referencia. De hecho desde 2006, año en el que se lanzó el primer biosimilar en España, no se ha detectado un incremento en las notificaciones de reacciones adversas atribuibles a los biológicos concernidos (ni en España ni en el resto de Europa). Si un paciente sospecha ante cualquier biológico, sea original o biosimilar, que ha sufrido una reacción adversa a la medicación, debería inmediatamente notificárselo a su médico o al centro médico, para que, si se confirma que puede ser atribuible a la medicación, lo notifique por los cauces de farmacovigilancia dispuestos a tal efecto.

Joaquín Rodrigo - Presidente BioSim

Entrevista a Joaquín Rodrigo

Presidente de la Asociación Española de Biosimilares – BioSim

www.biosim.es


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