Revista Cultura y Ocio

Un paseo por las librerías de parís

Publicado el 28 julio 2016 por Elena Rius @riusele

UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

La librería La Hune (ahora dedicada a fotografía) a veces desparrama sus fotos por
la plaza de Saint-Germain-des-Près


Esta afortunada lectora ha tenido el placer de pasearse unos días por París. Una ciudad que seguía afectada por la masacre de Niza (y por otros tantos crueles sucesos de no hace tanto: la gente aún te habla de qué hizo el día del tiroteo en Bataclan), pero la vida no se detiene. En las terrazas de los cafés sigue apiñándose la gente, los turistas invaden en manada el Louvre, móviles en ristre (se diría que ninguno es capaz de mirar lo que tiene delante, si no es a través de una pantalla), los parisinos alivian el calor en las playas que surgen cada verano en las orillas del Sena, la torre Eiffel hace guiños con sus luces por la noche... el alma de la ciudad vibra y zumba como un inmenso panal rodeado de belleza. Y no olvidemos las librerías... ¡ah, las librerías! De eso les quería hablar.Una visita de pocos días no basta para hacer ese recorrido exclusivamente libresco que uno desearía, pero, lo quiera o no, en París cualquier bibliómano se ve asaltado a cada paso por tentaciones. Les contaré unas cuantas: Los autógrafos de Saint-GermainCallejeando por este barrio chic y encantador, me topé con una sorpresa: las librerías (hay varias) especializadas en venta de autógrafos de autores y personajes famosos. Huelga decir que quedé enganchada a sus tentadores escaparates cual niño en tienda de dulces. Stefan Zweig se sentía muy orgulloso de su colección de manuscritos (cuenta en El mundo de ayer lo mucho que le dolió tener que separarse de ella cuando hubo de emigrar); leyéndolo, me dije que tal vez no era para tanto. Pero cuando uno contempla, al alcance de la mano, la posibilidad (si tuviese el dinero, claro) de hacerse con una carta de Dumas, de Flaubert o de García Lorca, ¿a qué lector no se le hace la boca agua? Pues sí, de estos tres autores (y de varios más, igualmente apetecibles) había cartas a la venta. Para que luego digan que el dinero no da la felicidad...  
UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS
 
 
UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS
  Los bouquinistes del SenaNingún paseo a orillas del Sena está completo si no se echa al menos un vistazo a los puestos de estos libreros. Muchos parecían estar de vacaciones (o simplemente habían dejado de funcionar, el óxido de las cajas que encerraban su paradita así parecía indicarlo); otros, se han pasado a la "facción souvenir" y venden cualquier cosa susceptible de atraer al turista: chapas, posavasos, reproducciones de la torre Eiffel, carteles tópicos y típicos... Aún así, siguen quedando libreros tradicionales, que exhiben fondos de lo más interesantes. Tal vez no es el lugar para encontrar una ganga, ni para buscar libros raros y valiosos, pero yo me quedé con las ganas de tener más tiempo para husmear y más espacio en la maleta. Y sí, lector, I married him. O, lo que es lo mismo: me hice con un ejemplar de la edición de la NRF del primer tomo de A la recherche du temps perdu. (La amable librera me ofrecía la obra completa, en una edición de 1922, por el módico precio de 1.800 euros; una oferta que sintiéndolo mucho tuve que declinar).

UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

Mi edición no es de 1922, sino de 1992,
pero ¿qué más da eso?

  Las librerías de la Rive gaucheA pesar de que ha habido algunas bajas lamentables, las librerías tradicionales siguen gozando de una salud envidiable, a juzgar por su oferta y por el abundante público que las visita. Son además las de este barrio de estudiantes e intelectuales unas librerías con personalidad, cosa que se nota en sus escaparates y en sus mesas de novedades: se diría que se esfuerzan por tentar al lector con discernimiento y descubrirle tesoros que ignoraba. Frente al imperio de la novedad en las librerías comerciales, estas juegan a sacar todo el partido de su riqueza bibliográfica. De las que he podido visitar (siempre, ¡ay!, demasiado pocas), recomiendo L'écume des pages (por cierto, noctámbulos: abierta hasta medianoche) y la Compagnie. Esta última me dejó arrebatada con la inventiva de sus prodigiosos escaparates temáticos. Recomiendo encarecidamente a mis lectores francófonos que les echen un vistazo (muchos se pueden consultar en su web).   

UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

¿Harto de ruido? Aquí tienes un montón de libros para rodearte de silencio

UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

Uno de mis favoritos: el escaparate dedicado a los robots.
De la ciencia a la ciencia-ficción, pasando por la filosofía
UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

Y para entretener las tardes veraniegas, policiacos ambientados en Alemania 


Shakespeare and Company
Esta diminuta librería inglesa ubicada junto a Nôtre Dame y con una historia fascinante a sus espaldas, se ha convertido casi en una atracción turística por derecho propio (el día que yo estuve, había que hacer cola para entrar: cabe poquita gente y era necesario regular la afluencia de público). A pesar de la masificación, sigue conservando su encanto y sus estantes exhiben un excelente surtido de obras en lengua inglesa. Fuera, en la acera, los libros de segunda mano para revolver sin agobios.  Todo está pensado para que recuerdes tu visita allí: sus bolsas llevan frases literarias, te estampillan cada libro comprado con su sello, y han aprovechado para poner un café al lado mismo (que sospecho les debe dar más rendimientos que la venta de libros). Da cierto miedo que todo acabe sucumbiendo ante el turismo depredador, así que mi consejo es que la visiten cuanto antes. Mañana puede ser tarde.
 
UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

 

UN PASEO POR LAS LIBRERÍAS DE PARÍS

Además del sello, puedes optar por que incluyan un poema
mecanografiado en tu libro (por 1 euro más)


 Una rica cosecha, que me supo a poco. París, ya saben, no se acaba nunca. Y sus librerías tampoco. 
 

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